¡Feliz domingo! Terminamos este mes de junio y lo haremos con la música de Bach puesto que hoy es domingo. Sus composición se han transcrito para una gran multitud de escenarios, destacando especialmente las escritas para piano.

Aún nos queda bastante por recorre en la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y fallecido en Leipzig. Estaba enfrascado en su Ofrenda Musical, que no es una obra cíclica con movimientos relacionados. En realidad es una sucesión de ellos que solo tienen en común que se basan de alguna forma en el tema real. Su intención era tratar ese tema de la forma más variada posible, desde en su forma más libre hasta en un contrapunto estricto. Encontramos también elementos que hacen que Bach probase con técnicas del Empfindsamkeit, que estbaa a la orden del día entre sus colegas de Berlín. La obra demuestra que «el viejo Bach», como fue presentado en Potsdam era un verdadero maestro en todas las técnicas compositivas. Es como una especie de autorretrato que muestra su genio y su maestría.

Escuchemos su coral Herr Christ, der Einig Gottes Sohn, BWV 601. Es una composición que tiene un movimiento muy especial. Los motivos ascendentes de los bajos hace referencia a las palabras del coral Aus sein Herzen entsprossen («brotado de su corazón»). El movimiento constante en semicorcheas, que casi llega al compás final, puede describir las palabras Sein Glänzen streckt er ferne / Vor andern Sternen klar («Hace que su luz brille desde más lejos que las estrellas»). El tempo general no puede ser más alegre, mostrándonos a Jesús como el salvador que nos trae la alegría. Vamos a escuchar esta obra en la versión para piano de Serge Didenko.

La interpretación es de Angelika Nebel al piano.