Bendita es la reina de los cielos
¡Feliz sábado! El nombre del maestro de hoy aparece siempre que se habla de polifonía (y no es Palestrina, que también lo hace). Incluso esta semana lo he mencionado varias veces. Una vez más, vamos a quedarnos boquiabiertos con su impresionate música.
No es otro que Josquin Desprez (h. 1450-1521), compositor francoflamenco nacido en Tournai. Su reputación se extiende cada vez más ampliamente desde que murió en 1521, no habiéndose visto ensombrecida ni un ápice. En Alemania la demanda de su música superó amplísimamente a la oferta, por lo que muchos le atribuyeron obras que hoy se sabe que no compuso. En 1540 un tratadista escuchó «a cierto hombre eminente decir que, ahora que Josquin había muerto, estaba publicando más obras que cuando estaba vivo». Hay muchas composiciones que están atribuidas a Josquin y a todas luces no es probable que las haya compuesto; ello quizá se deba a que lo están en un estilo similar al suyo. Sin embargo, no debe olvidarse que muchas de estas piezas pasaron por auténticas a ojos de los eruditos de la época, eruditos en los que nos basamos hoy día para conocer al maestro.
Sí es suyo el motete Benedicta es, caelorum Regina, a seis voces. La obra tiene un ambiente general que podemos calificar de austero y sigue el cantus firmus de la secuencia homónima dedicada a la Virgen. El teórico Zarlino usó este motete como modelo para demostrar ciertas técnicas del canto. Por tanto, estamos ante una composición de una calidad extraordinaria, con un tratamiento del canto llano de la sencuencia de una forma a la vez poderosa e ingenua, como hacía también Desprez. Es más, en esta obra se han basado numerosos compositores para componer las suyas, como Orladus Lassus o el mismísimo y anteriormente mencionado Palestrina, quien escribió una misa entera basada en el motete. La obra de Desprez fue publicada en 1520.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La versión es de The Sixteen digirido por Harry Christophers.