Buen Jesús
¡Feliz lunes! Empezamos el mes de julio con una bella polifonía, como suele ser la que viene desde las islas británicas. El compositor no es de los que está en primera fila, pero gracias a las grabaciones cada vez es más conocido.
Ese maestro no es otro que Robert Parsons (h. 1535-1571/2), compositor inglés del que no se conoce su lugar de nacimiento e igualmente pocos datos de su vida. Parece que desde pronto estuvo relacionado con la capilla real, institución en la que fue asistente de Richard Bower. Fue nombrado caballero de dicha capilla y trabajó posteriormente en Lincoln, aunque no se conoce mucho qué puesto ocupó; sin embargo, es posible que allí fuese maestro de William Byrd. Se trata de uno de esos compositores que la historia no ha tratado bien, pero cuyas obras pervives y son necesarias en el puzle de la historia de la música, en este caso de la polifonía. Se cree que murió o bien en 1571 o bien en 1572, cuando parece ser cayó al río Trent y se ahogó.
Vamos a escuchar su motete O bone Jesu. Es una obra para cinco voces y su texto está formado por una mezcla tomada de los salmos, terminando por invocaciones a Jesús. Precisamente, esos salmos son cantados a solo y las invocaciones para el coro completo. Presenta una gran simetría, empezando por un dúo, continuando por un trío y luego un cuarteto antes de que el coro completo cante. En la segunda sección entra un trío que conduce a un sexteto gracias al bajo, que canta un canon al unísono. La obra está considerada como uno de los mejores logros dramáticos de Parsons.
La interpretación es del conjunto Transept.