Misa de la batalla
¡Feliz viernes! Vamos a ir aproximándonos al fin de semana con una bella composición de uno de los polifonistas más grandes que hemos tenido nunca. Y, cómo no, era sevillano y trabajó para la catedral de Sevilla, una de las catedrales europeas más importantes de su tiempo.
Vamos a escuchar hoy música de Francisco Guerrero (1528-1599), compositor español nacido el Sevilla, lugar donde también falleció. Los entendidos dicen que era el segundo de los grandes compositores de su generación, siendo el otro Tomás Luis de Victoria. Fue alumno de Cristóbal de Morales, pero terminó casi formándose por sí mismo, aprendiendo además vihuela, arpa, cornetto y órgano. Trabajó como niño cantor en la catedral hispalense y con diecisiete años fue nombrado maestro de capilla de Jaén. Sin embargo, en 1549 se le ofreció una prebenda en Sevilla y se quedó allí. Cinco años más tarde, el propio papa lo nombró sucesor de su maestro, Pedro Fernández de Castilleja y la sucesión efectiva no se produjo hasta 1574.
Una es sus misas lleva el título tan sugerente de Missa de la Batalla Escoutez. De las diecinueve que compuso, solamente tres se basa en un tema no religioso, siendo esta una. Concretamente se basa en la famosa obra La bataille de Marignan (o La guerre) de Clément Janequin. El título de la misa se debe a que la obra del francés empieza con la palabra escoutez. La obra de Guerrero está llena de intensidad y de fuerza y de ella vamos a escuchar el Agnus Dei. El maestro requiere de hasta ocho voces, pero no divididas en dos coros, sino para conseguir un movimiento majestuoso. Escuchamos perfectamente el motivo de la obra de Janequin, pero embutido en una magna polifonía, poniendo fin a una misa que podemos calificar de memorable.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de His Majesty's Sagbutts and Cornetts y Westminster Cathedral Choir dirigido por James O'Donell.