Recordando al órgano
¡Feliz miércoles! El órgano es un instrumento fascinante, y no solamente por la propia música y el arte que hay que tener para tocarlo, sino por el poso que dejan sus poderosos sonidos en nuestro interior. Esto último más o menos es lo que vamos a conocer hoy.
Antes el compositor, que es Cristóbal Halffter (1930-2021), compositor español nacido en Madrid. Es uno de los compositores más importantes de nuestro país de entre los que vivieron a finales del siglo XX y comienzos del XXI. Su estilo evolucionó desde uno con influencias de Falla a otro enclavado en el serialismo más radical, haciendo también uso de la aleatoriedad y la música electrónica. De los tres Halffter (siendo los otros sus dos tíos, Ernesto y Rodolfo), Cristóbal probablemente sea le más influyente. Estudió en el conservatorio de Madrid con Conrado del Campo y en 1954 recibió el Premio Nacional de Música. En las décadas de 1960 y 1970 su estilo fue totalmente vanguardista, aunque en la de 1980 comenzó a establecerse en uno menos agresivo, empleando unas técnicas que estaban más relacionadas con nuestro pasado musical.
Una de estas obras de este último estilo suyo es Ecos de un antiguo órgano, una composición de 2001. La obra en realidad es un homenaje a Ramón González de Amezúa, quien fuera organista y organero, y que llegaría a ser el director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Vamos a escuchar hoy el Solo XII. A pesar de todo lo dicho, el fragmento está lleno de muchas de las características de su obra: unas dinámicas extremas, que llegan hasta fff y deja amplios momentos para la reverberación, melodías que se ven interrumpidas, resonancias que se sostienen y un uso bastante intenso del tercer pedal del piano porque esta obra, a pesar de su título, está compuesta para este instrumento.
La interpretación es de Juan Carlos Garvayo al piano.