¡Feliz lunes! Vamos a empezar la semana con una música que suena a angelical, pero también misteriosa y con una bella sonoridad. De nuevo recurro a la compositora de hoy, que es una maestra actual muy interpretada en los conciertos.

No puede ser otra que Sofiya Asgátovna Gubaidúlina (1931), compositora rusa de origen tártaro nacida en Chístopol. La revista The New Yorker la ha calificado como «El último indiscutible genio musical de una tradición que se remonta a Mijaíl Glinka». Empezó a tomar lecciones de música a los cinco años y con ocho compuso su primera obra, antes de seguir estudiando en Kazán y en Moscú. Cuando se examinó alguien le dijo que su idea de componer una sinfonía iba «por el mal camino», pero otro, Dmitri Shostakóvich, la animó a no desviarse del camino. Pudo ir desarrollando su lenguaje musical, en el que expresa su fe cristiana, además de los problemas propios del régimen soviético. La grabación de sus obras también lanzó su carrera musical, de forma que actualmente se cuenta entre los compositores (de ambos sexos) más importantes.

Vamos a escuchar su obra titulada Ein Engel. Es una composición de 1994 para voz y de uno a seis instrumentos. El texto de la composición es de Else Lasker-Schüler, y la obra es casi minimalista puesto que la voz canta de una forma profunda e intensa con una escasa intervención de los solistas. Es en la segunda mitad de la pieza cuando estos aparecen (un contrabajo en el caso de la versión de hoy) de una forma más destacado. Por contra a la soprano, la voz acompañante suena sin palabras, de forma angelical. Una belleza, para ser paladeada con tranquilidad, disfrutando de todos los colores.

La interpretación es de Konvergence.