¡Feliz jueves! Hoy vamos a disfrutar de la música de un compositor realmente enclavado dentro del romanticismo. Ciertamente es conocido por una ópera, pero hoy vamos a escucharlo en una faceta igualmente interesante.

Hoy escucharemos música de Carl Maria von Weber (1786-1826), compositor alemán nacido en Eutin. Era, además, crítico musical, pianista y guitarrista, y es uno de los compositores más conspicuos de la escuela romántica alemana. Sus óperas fueron de gran influencia para la época sobre todo El cazador furtivo. De hecho, es una de las obras que más influyeron en compositores posteriores, como Felix Mendelssohn y otros. Berlioz le prestó una gran atención a Weber ya que hasta orquestó alguna que otra obra suya. Fue un músico polifacético que compuso una gran cantidad de conciertos para varios instrumentos como el clarinete, el fagot y otros. El alguna obra, como su concierto para trompa, exige que el intérprete emita dos sonidos a la vez. En fin, Weber es un músico capital para conocer la escuela romántica de composición.

Disfrutemos de su Concierto para Piano n.º 1 en Do Mayor, Op.11, J 98. Fue compuesto en 1810 y él mismo fue el encargado de esrenarlo en Mannheim. Un musicólogo ha dicho acertadamente de este concierto que es un puente enre los siglos XVIII y XIX con un pies puesto en el estilo de cada uno. El primer movimiento tiene un fuerte sabor a Mozart, pero también a Beethoven, de cuyo propio concierto en do mayor para piano toma algunos motivos en forma de préstamo. Sin embargo, también Weber nos regala sus propias ideas, como no podía ser menos. El adagio central tiene una textura de cámara (solo para dos trompas, viola, dos chelos, bajo y piano solista) y el último movimiento está lleno dde un bello ritmo de danza con unos efectos muy brillantes.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es de Nikolai Demidenko (piano) y la Orquesta de Cámara Escocesa dirigida por Charles Mackerras.