¡Feliz viernes! Hace unos días escuchábamos una obra de Notker Balbulus que nos remontaba a la Edad Media. Hoy vamos a disfrutar de otra con el mismo título, pero de un maestro más moderno y, por qué, no puede permitirnos una cierta comparación.

Está hoy con nosotros Heinrich Isaac (1450-1517), compositor neerlandés nacido en Flandes o en Brabante. En muchas fuentes aparece como Henricus, con su nombre en forma latinizada. Era miembro de un selecto grupo de maestros de música francoflamencos al que pertenecían otros como Alexander Agricola, Pierre de la Rue, Jacob Obrecht o el mismísimo Josquin Desprez. Este grupo estuvo en su apogeo en torno al año 1500 y fue conocido en toda Europa gracias a la bellísima polifonía que produjo, como hemos comprobado por aquí. La producción del propio Isaac era amplia y variada, abarcando muchos géneros. Se le emparenta mucho con la dinastía de los Habsburgo debido a que trabajó mucho con y para ellos, pero también desgranó su arte en tierras italianas ya que vivió en Florencia, donde trabajó considerablemente.

Escuchemos su motete Sancti spiritus assit nobis gratia, a cuatro voces. Las voces voces comienzan en imitación y poco a poco se van alternando los momentos en las que cantan por pares. Justo en el momento en el que cantan Constantia felix empiezan a sonar de forma homofónica. Lo mismo ocurre cuando el texto se refiere al emperador. Es como si la exuberancia polifónica inicial se detuviese para ir hacia un pausado y más meditativo bloque de acordes, que no deja de tener esa característica unción.

La interpretación es de La Capella Reial de Catalunya dirigida por Jordi Savall.