¡Feliz martes! En otros tiempos, que una mujer compusiese una óepra era algo titánico. No solo que la compusiese, sino que la interpretase. Nuestra compositora pionera de hoy consiguió esto, y tuvo un gran éxito por ello.

Me estoy refiriendo a la gran Ethel Smyth (1858-1944), compositora británica nacida en Sidcup. No solamente fue una gran compositora, apreciada por Brahms, Grieg y Tchaikovsky, sino que luchó por los derechos de las mujeres y fue una de las líderes más destacada del movimiento sufragista. Su forma de componer era tan ecléctica que no llegó a conseguir un estilo verdaderamente personal. Compuso para una gran cantidad de géneros tanto de cámara como orquestal, instrumental o vocal. También escribió algunas óperas para las que ella misma compuso el libreto, en francés o alemán. En sus años finales se quedó sorda por lo que se dedicó a componer obras en prosa, alcanzando un gran éxito en esto también. Llegó a abandonar su carrera musical durante un par de años para dedicarse a defender a las mujeres.

Una de sus óperas es The Wreckers. Fue compuesta en 1904 y está inspirada en una historia de Cornualles. En realidad es un canto al amor, a la violencia y otras condiciones del género humano. La compositora se las arregló muy bien para describir la compleja trama de la ópera. La obertura, que es el fragmento que vamos a escuchar hoy, recoge perfectamente todo este ambiente y gira en torno a dos fuerzas poderosas: el mar y la iglesia. La compositora describe perfectamente las fuerzas que chocan en las rocas y la tensión del ambiente, mientras nos prepara para la impresionante ópera que viene después.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es de la Orquesta Sinfónica de la BBC dirigida por Sakari Oramo.