Rechazan “cualquier posición autoritaria y manipuladora del proceso electoral" Honduras: Los obispos instan a salvaguardar el libre ejercicio de las elecciones de 2025
Bajo el nombre de “Mensaje de Esperanza para Honduras”, la CEH envió un comunicado donde se opone a cualquier posición autoritaria o de manipulación del venidero proceso electoral
Los obispos hondureños expresaron su firme oposición frente a “cualquier posición autoritaria y manipuladora del proceso electoral y de la vida política desligada de la verdad”, dado que consideraron que resulta “nociva” para la sociedad y propaga un “clima político tóxico saturado de mutuas y estériles acusaciones”
(Vatican News).- Honduras se prepara para un nuevo proceso electoral que culminará con los comicios generales en noviembre del 2025; ante las venideras elecciones, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) se pronunció este viernes y admitió que ven “con esperanza el proceso electoral que ya ha iniciado con la convocatoria a elecciones”.
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Bajo este contexto, los obispos hondureños expresaron su firme oposición frente a “cualquier posición autoritaria y manipuladora del proceso electoral y de la vida política desligada de la verdad”, dado que consideraron que resulta “nociva” para la sociedad y propaga un “clima político tóxico saturado de mutuas y estériles acusaciones” el cual, de acuerdo a la Conferencia, impide “avanzar hacia una democracia de diálogo, consensos, acuerdos en bien de nuestro país que lo que necesita es gozar de una estabilidad que le permita mirar hacia el futuro”.
En este sentido, los obispos insistieron en que el proceso electoral de la nación sudamericana, “debe estar protegido de contra todo abuso de poder que viole las leyes e instituciones del Estado”, por lo cual, “se deben establecer las correspondientes garantías para salvaguardar un ejercicio libre de las elecciones”; a la vez, reiteraron su confianza en el sistema democrático y su “esperanza en un mañana distinto”.
Por otra parte, se exhorta a los partidos políticos a dejar de lado “la diatriba, la ofensa y la descalificación del contrario, que se ocupen más de presentar planes concretos de desarrollo y que eviten destruir la fama y el buen nombre de sus adversarios políticos”, al tiempo que los invita a realizar una campaña electoral “de altura y respeto, con transparencia y rendición de cuentas sobre todo de los dineros invertidos en la propaganda política”.
La Conferencia Episcopal de Honduras también detalló en su comunicado una serie de “preocupaciones”, las cuales, consideraron que deben recibir una “respuesta transparente” que esté dirigida a la toma de decisiones “que no respondan a intereses particulares sino a la búsqueda del Bien Común por parte de las autoridades”.
Corrupción y tratado de extradición con EEUU
Es así, que los obispos destacaron entre los primeros cuestionamientos la denuncia del Tratado de Extradición, tratado histórico que la nación mantenía vigente con Estados Unidos desde 1912 y que culminó, por orden del gobierno de Honduras, el 28 de agosto; a este respecto, la CEH destacó que el acuerdo “al menos generaba esperanza al pueblo hondureño de alcanzar algún tipo de justicia que aquí no obtendremos, dada la ineficiencia de los órganos de justicia del Estado”, por lo cual, expresaron que “es evidente la influencia de los carteles de narcotráfico y su capacidad de corromper todo lo que tocan”.
Otra de las preocupaciones fue la no instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), mecanismo prometido por la actual presidente de la nación, Xiomara Castro, para combatir la corrupción en el país y que no ha sido implementado hasta la fecha.
Así mismo, los obispos demostraron su turbación ante “el altísimo grado de indefensión en que se encuentran los defensores de la Casa Común”, motivo por el cual, solicitaron a las autoridades que “la justicia dirija sus esfuerzos a detener e identificar a los culpables, y no a las víctimas”.
Finalmente, la Conferencia Episcopal hizo un llamado a la sociedad a “trabajar por la paz, sin miedo y con la certeza de que la última palabra nunca la tendrán los que han perdido el sentido de Dios y el respeto a sus hermanos”.
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