Luis Miguel Modino resume la actualidad semanal en América Latina y el Caribe "Ser misioneros, pero en la vida de la gente, no desde nuestros templos, no dentro de las sacristías"
"La iglesia no es para lo que pasa dentro de los templos, y sí para lo que pasa en la vida de la gente y cómo evangelizar, anunciar la buena noticia en esas realidades donde la gente vive su día a día. Sería algo para pensar y para profundizar"
"Cada 15 minutos en Brasil un niño o un adolescente le golpean o es abusado sexualmente. La Iglesia Católica se ha preocupado por eso y ha creado mecanismos para eso"
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Una semana más nos encontramos para comentar algunas cosas que han pasado en los últimos días y que yo creo que deben llevarnos a reflexionar y a pensar cómo ser iglesia.
El domingo celebramos la fiesta de Pentecostés y aquí en Manaos se reunían más de 80.000 personas para participar de una fiesta que realmente es la fiesta de las comunidades. Mucha gente de las comunidades, de las parroquias, de toda la arquidiócesis se reúne desde hace más de 20 años para este momento en que vive el ser iglesia como algo importante en su vida de bautizados y bautizadas.
Me pareció muy interesante la propuesta que hizo el arzobispo de Manaos, el cardenal Leonardo Steiner, de crear aquí en la arquidiócesis de Manaos una cosa que evidentemente se podría asumir en todas las diócesis e iglesias particulares, el ministerio de la misión. El que en cada comunidad, en cada parroquia haya gente dispuesta a anunciar el evangelio en la vida de la gente del día a día, visitando a la gente allí donde está. Él insistía en que la iglesia no es para sí misma y es para los otros. Y eso nos lleva a pensar en que la iglesia no es para lo que pasa dentro de los templos, y sí para lo que pasa en la vida de la gente y cómo evangelizar, anunciar la buena noticia en esas realidades donde la gente vive su día a día. Sería algo para pensar y para profundizar.
Y en este tiempo en el que estamos viviendo el sínodo sobre la sinodalidad, y la misión es uno de los elementos fundamentales de este sínodo, y que es que hay que tener en cuenta que la iglesia es lo que nos lleva a lo mejor a todos los días. Y es que uno vive de vez en cuando, cuando va al templo, cuando va a la iglesia, y sí algo que nos lleva a descubrir a ese Dios que está encarnado en la vida de cada uno y de cada uno de nosotros.
Aquí en Brasil el día 18 de mayo es un día que se dedica al enfrentamiento del abuso y explotación sexual de los niños y de los adolescentes. Una realidad que en Brasil es muy preocupante. Cada 15 minutos en Brasil un niño o un adolescente le golpean o es abusado sexualmente. La Iglesia Católica se ha preocupado por eso y ha creado mecanismos para eso. El Papa Francisco insiste mucho en la protección de los niños y de las personas vulnerables. Es verdad que no en todos los sitios se asume eso como una prioridad, pero poco a poco se va viendo eso. Cada vez hay más conciencia de que como Iglesia tenemos que ser un ejemplo en la protección de los niños, de los niños y de los adolescentes.
Tenemos que entender, y también el Cardenal Steiner decía eso, que son heridas que muchas veces no se curan en toda la vida. Y eso nos tiene que llevar a pensar y a proteger a aquellos que por diferentes motivos han sufrido esas situaciones que tanto marcan y que tanto duelen en la vida de la gente. Y que evidentemente... Es algo que no se pasa nunca. Son elementos que me llevan a reflexionar y que los expongo como algo que puede ayudarnos a seguir adelante y a pensar.
Ser misioneros, pero en la vida de la gente, no desde nuestros templos, no dentro de las sacristías. Y también cuidar, cuidar de aquellos que muchas veces no son cuidados, cuidar de aquellos que son heridos, inclusive en su propio cuerpo. Que sigamos pensando, reflexionando y caminando como Iglesia, preocupándonos por estas situaciones.