Tras la finalización del Congreso de Teología en Caracas Rafael Luciani: "La Iglesia en Venezuela es bastión de esperanza y movilización de la población"
"Logramos una participación de más de 1.200 personas que se inscribieron y pudieron asistir a los dos días de conferencias y diálogo abierto"
"Al final del primer día, un participante me comentó que ahora se daba cuenta que lo que estaba en juego era la puesta en práctica del Concilio Vaticano II"
"Es importante replicar este modelo de Seminario en otras Iglesias locales"
"Hemos dado unos primeros pasos para crear una sintonía real entre el trabajo del Instituto Nacional de Pastoral y los grandes ejes de la reforma"
"Al final del encuentro, Hünermann nos dijo que había quedado impresionado al ver a una Iglesia local que vive relaciones horizontales entre todos sus fieles"
"Es importante replicar este modelo de Seminario en otras Iglesias locales"
"Hemos dado unos primeros pasos para crear una sintonía real entre el trabajo del Instituto Nacional de Pastoral y los grandes ejes de la reforma"
"Al final del encuentro, Hünermann nos dijo que había quedado impresionado al ver a una Iglesia local que vive relaciones horizontales entre todos sus fieles"
"Al final del encuentro, Hünermann nos dijo que había quedado impresionado al ver a una Iglesia local que vive relaciones horizontales entre todos sus fieles"
Es, sin duda, el 'alma mater' de los congresos de teólogos latinoamericanos. Rafael Luciani, joven y prestigioso teólogo venezolano laico, consiguió movilizar a la Iglesia venezolana, con la ayuda de los agentes pastorales del país, en una confluencia armónica entre los intelectuales católicos y las bases eclesiales. En un encuentro que fue todo un éxito, tanto en el apoyo claro y explícito a la primavera de Francisco como en la solidaridad eclesial con un pueblo que sufre y llora por la crisis política, pero que no pierde la esperanza de un futuro digno. Y lucha por él con la palabra, el testimonio y la solidaridad.
¿Qué balance general hace del Congreso que acaba de concluir en Caracas?
El Seminario de Teología responde a un nuevo modelo de trabajo del Grupo Iberoamericano de Teología que tiene como finalidad generar procesos de reflexión en las Iglesias locales en torno a los grandes ejes temáticos de la reforma. En Caracas, hemos logrado involucrar a muchas instituciones y personas que hacen vida en esta iglesia local y cuyo trabajo tiene un impacto importante en las pequeñas comunidades. Logramos una participación de más de 1.200 personas que se inscribieron y pudieron asistir a los dos días de conferencias y diálogo abierto. No estamos hablando de un congreso normal donde la gente va a escuchar una serie de conferencias, sino de un encuentro de formación que pretende mover las conciencias para producir cambios concretos en las líneas de acción pastoral. De ahí que el balance ha sido muy positivo pues el Seminario ha permitido dar unos primeros pasos para crear una sintonía real entre el trabajo del Instituto Nacional de Pastoral y los grandes ejes de la reforma que lleva adelante el pontificado de Francisco.
No es habitual que asistan más de mil personas a un Congreso de Teología
En Venezuela las personas siempre buscan espacios de formación y actualización teológica y pastoral. Ha sido algo muy propio de nuestra Iglesia. La Universidad Católica Andrés Bello organiza con frecuencia jornadas de reflexión que son bien concurridas. Hay encuentros durante el año que reúnen a grupos de base, especialmente en estos tiempos en los que la Iglesia está haciendo un esfuerzo por formar líderes que contribuyan a la restitución del tejido sociocultural del país. Sin embargo, en el área de la teología, los encuentros suelen ser limitados a teólogos, seminaristas, religiosos(as), etc. Por ello, en esta ocasión, pensamos en otro formato. Hemos incorporado la presencia de personas e instituciones que puedan generar un impacto más directo en las diócesis, parroquias o comunidades, a la luz de los grandes ejes temáticos de la reforma que ha iniciado el Papa Francisco, como son la conversión pastoral, sinodal y ministerial. La convocatoria fue importante y se pudo comprobar en la asistencia masiva que tuvimos. Ahora viene la etapa de seguimiento y profundización que será coordinada por el Instituto Nacional de Pastoral con el apoyo del Grupo Iberoamericano de Teología.
"Tras el éxito de convocatoria del Congreso, ahora viene la etapa de seguimiento y profundización que será coordinada por el Instituto Nacional de Pastoral con el apoyo del Grupo Iberoamericano de Teología"
Las ponencias de altura y que, además, provocaron reacciones en la gente, ¿verdad?
La presencia de más de 20 teólogos, internacionales y nacionales, produjo un hermoso intercambio de experiencias y conocimientos en un clima de escucha y aprendizaje, como se pudo apreciar. Las reacciones fueron muy variadas, provenientes de obispos, presbíteros, religiosos(as) y laicos(as) de toda Venezuela. Muchas personas comentaban que el evento les ayudó a comprender en qué consistía la reforma y los desafíos que nos trae. Parece algo obvio, pero una gran mayoría de personas en nuestra Iglesia desconoce este tema. Por eso, es importante replicar este modelo de Seminario en otras Iglesias locales invitando a ponentes de altura que sean especialistas en estos temas. Este es el reto que hemos asumido en el Grupo Iberoamericano de Teología.
¿Qué aportó al encuentro la significativa presencia en él del doctor Hünermann, uno de los grandes teólogos alemanes?
Peter Hünermann quedó muy impresionado por la calidad y la relevancia del proyecto iberoamericano de teología en estos tiempos de reforma eclesial. Honró la labor que estamos haciendo de llevar los grandes temas de la reforma a las Iglesias locales involucrando al mayor número posible de instituciones e instancias eclesiales. La presencia y el apoyo de Hünermann fue muy importante porque pudo traer una visión más amplia, que va más allá de la realidad iberoamericana, y ayudó a conectar lo que está haciendo Francisco con los grandes ejes del Concilio Vaticano II. Al final del encuentro nos dijo que había quedado impresionado al ver a una Iglesia local que vive relaciones horizontales entre todos sus fieles y está inserta en la vida cotidiana y sufriente del pueblo. Creo que esto es parte del estilo pastoral que ha caracterizado siempre a la Iglesia en Venezuela y que la diferencia de otras Iglesias locales que tienden a ser más elitistas, alejadas de los pobres o más doctrinarias.
La última sesión del segundo día del Congreso se centró más en la actual situación de Venezuela, con denuncias muy contundentes y grandes ovaciones a los ponentes, especialmente al padre Luis Ugalde
Ugalde es una de las personas más reconocidas en Venezuela. Fue de los primeros teólogos de la liberación citados por Roma. Ha pasado por muchos cargos. Entre ellos, Rector de la Universidad Católica Andrés Bello, hasta hace algunos años atrás. Su lectura aguda de la historia política venezolana y el papel que ha jugado la Iglesia fue causa de una grande ovación por parte de los asistentes, quienes lo aplaudieron por un par de minutos de una forma asombrosa al finalizar su intervención. Sus palabras, muy claras y certeras sobre lo que vivimos políticamente en el país merecen toda la atención internacional posible. Ojalá este sea un espacio para dar a conocer a este ilustre jesuita que ha hecho tanto por la historia contemporánea de Venezuela y de la teología de la liberación. Es interesante apreciar que esa última sesión del Seminario, dedicada al discernimiento de la responsabilidad pastoral de la Iglesia en Venezuela, recogió a 4 jesuitas que representan a la teología de la liberación desde varias perspectivas, y que coincidieron en calificar al régimen como una dictadura. Entre ellos estuvo Pedro Trigo SJ, quien pertenece a la primera generación de los teólogos de la liberación en este continente. Esto es algo importante a valorar.
¿Ha servido también el Congreso para movilizar todavía más a la Iglesia venezolana en defensa de la libertad y contra la opresión ejercida por el régimen?
El Cardenal Baltazar Porras ha comentado que el Seminario ha llegado como un aire fresco en medio de la desesperanza que se vive. Especialmente en un momento en el que pareciera que muchos han olvidado a Venezuela y nadie quiere venir para acá. Durante la última parte del Seminario se dedicó un espacio a la reflexión y el discernimiento de la situación actual haciendo énfasis en la responsabilidad pastoral de una Iglesia que acompaña a una población empobrecida e intervenida bajo refinados sistemas de control político. Creo que el aporte del Seminario en este contexto es el de ayudar a reconocernos como una Iglesia en salida que ya está en las periferias, y se ha convertido en bastión de esperanza y movilización de la población. Esto es fácil de apreciar cuando uno ve en las procesiones religiosas la unión que se da entre la vida de fe y la necesidad de un cambio político. Es algo que sucede a nivel nacional en cualquier fiesta religiosa.
¿La gente sale de estos encuentros más concienciada de la necesidad de apoyar las reformas del Papa?
Creo que sí, porque en la gran mayoría de nuestras comunidades, y en cualquier país, se conoce muy poco acerca de la reforma de la Iglesia que lleva adelante el Papa Francisco y lo que esto implica. Creo que es fundamental generar espacios de exposición y reflexión que permitan dar a conocer esto porque no se trata de una reforma que debe venir de arriba, sino que debe ser un movimiento de toma de conciencia y discernimiento que venga de las comunidades, o de otro modo no será vinculante con la vida de las Iglesias locales. Luego de tratar los ejes de la reforma como los hemos planteado en el seminario (conversión pastoral, sinodal y ministerial), la gente toma conciencia de la importancia de este momento eclesial actual. Al final del primer día, un participante me comentó que ahora se daba cuenta que lo que estaba en juego era la puesta en práctica del Concilio Vaticano II.
Como máximo organizador de estos encuentros y dado los repetidos éxitos alcanzados con ellos, ¿se plantea montarlos también en España, Italia y en Europa, en general?
Ya llevamos un poco más de tres años trabajando en los principales temas de la reforma eclesial, tanto en lo que respecta a las mentalidades como a las estructuras. Hemos tenido como sedes de nuestras primeras reflexiones a prestigiosas instituciones en Boston, Bogotá, Puebla y Madrid. Ahora en Caracas hemos propuesto un enfoque de la reforma en base a tres ejes: conversión pastoral, sinodal y ministerial. Es posible que el próximo año nos reunamos en Madrid, como puente para un diálogo más fecundo entre América Latina y Europa que nos lleve a hacer propuestas concretas al Papa Francisco sobre algunas reformas estructurales que consideramos relevantes si queremos a una Iglesia que se entienda en clave sinodal.