Roma, a instancias del delegado pontificio, había ya retirado hace meses la autoridad al obispo sobre el monasterio El arzobispo de Salta, condenado por violencia de género, tendrá que recibir tratamiento psicológico y capacitarse en cuestiones de género

El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, ejerció violencia de género contra las carmelitas descalzas del convento de San Bernardo. Así lo ha dictaminado la jueza Carolina Cáceres, que ha ordenado mantener la prohibición para el prelado y para el sacerdote Lucio Ajaya, el obispo emérito Martín de Elizalde y el vicario judicial Loyola Pinto de acercarse al cenobio. Al tiempo, ordena que los acusados se sometan a tratamiento psicológico y se capaciten en cuestiones de género.

“Concluyo y afirmo que aquellas (las Carmelitas Descalzas) han padecido hechos de violencia de género en el ámbito institucional del tipo religiosa, física, psicológica y económica, por un lapso de más de 20 años", sostuvo la jueza en su fallo, en el que detalló los episodios de violencia sufrida por las religiosas: “Obstrucción/demora/negativa en la elección de la Priora y el préstamo de dinero al Obispo sin devolución a la fecha, lo que configuró violencia de género del tipo psicológica y económica", junto a un episodio vivido en el velatorio de una religiosa “en el que las denunciantes padecieron violencia de género del tipo física y psicológica".

Por ello, la jueza ordenó a los denunciados "realizar tratamiento psicológico con perspectiva de género a fin de trabajar patrones vinculares y hechos de violencia". Y deberán presentar ante el juzgado constancias del cumplimiento de lo resuelto en este punto, de manera mensual durante el plazo de seis meses, "bajo apercibimiento de desobediencia judicial".

Cáceres Moreno también ordenó a los denunciados a realizar capacitación en cuestiones de género, violencia de género y la normativa vigente, "bajo apercibimiento de desobediencia judicial". Para el cumplimiento de esta medida, libró oficio al Observatorio de Violencia Contra las Mujeres para que elabore y dicte el programa de capacitación.

Junto a ello, la jueza estableció que se notificase al Papa Francisco, mediante su delegado pontificio para la causa, Javier Belda. La Santa Sede retiró a Cargnello, hace varios meses, la autoridad sobre el convento, por indicación del propio Belda.