09 Tiempo de Pascua: Solemnidad de la Anunciación del Señor 

Texto bíblico 

“El Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel”. (Isa 7, 14) 

“El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios.” (Lc 1, 30-35) 

Comentario 

Debido a que el 25 de marzo ha caído durante la Semana Santa, la Iglesia celebra el lunes siguiente a la Octava pascual la solemnidad de la Anunciación del Señor por el Ángel a María de Nazaret, y por lo tanto, la Encarnación del Verbo en las entrañas de la Virgen de Nazaret. 

Es un día para sentir que mediante este misterio, la humanidad entera se sabe habitada por Dios. Al tomar nuestra naturaleza en el seno de María, el Hijo de Dios otorga a toda la humanidad la divinización. A través de este acontecimiento, cada rostro humano se convierte en un sacramento del rostro de Dios. 

No proyectamos el deseo de ser imagen de Dios, sino que es la misma revelación de Dios la que nos asegura lo que somos, más allá de lo que hacemos. Esta es nuestra esperanza: “hemos sido creados a imagen del Primogénito”. 

Oración: 

Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que los que hemos conocido por el anuncio del Ángel la encarnación del Señor, por los méritos de su Pasión y de su Cruz, lleguemos a la gloria de la resurrección”.