«Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo» III Jueves de Cuaresma

III Jueves de Cuaresma
III Jueves de Cuaresma

Tiempo de escucha

III Jueves de Cuaresma

(Jeremías 7, 23-28; Salmo94; Lucas 11,14-23)

Texto bíblico 

“Esta fue la orden que les di: ‘Escuchad mi voz. Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo. Seguid el camino que os señalo, y todo os irá bien’. Pero no escucharon ni hicieron caso. Al contrario, caminaron según sus ideas, según la maldad de su obstinado corazón. Me dieron la espalda y no la cara” (Jer 7,23-24). 

Tiempo de escucha 

La fe entra por el oído del corazón (Dt 5,1). San Benito lo atestigua en el prólogo de su Regla: “Escucha, hijo, los preceptos del maestro y préstales el oído de tu corazón”.  “Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón” (Sal 94,8-9). Es una llamada, no solo para percibir los mandamientos, sino también para escuchar la declaración de amor de Dios: “Escucha, hija, mira: inclina el oído, | olvida tu pueblo y la casa paterna; prendado está el rey de tu belleza: | póstrate ante él, que él es tu señor” (Sal 44,11-12). 

Jesús hace oír a los sordos 

Jesús hace oír a los sordos y hablar a los mudos (Mc 7,37). El Nazareno no solo abre los oídos como señal de su poder, sino que llama a escuchar su enseñanza: “Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno» (Mt 13, 20-23). 

Propuesta 

«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz desde la nube decía: «Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo» (Mt 17,4-5).

Volver arriba