03 I Martes de Adviento (Isa 11, 1-10; Lc 10, 21-24) 

Ventana: La naturaleza

En la decoración doméstica e incluso en la social, es frecuente adornar las calles y el recinto familiar con árboles de hoja perenne.  Pino, cedro, abeto, laurel, boj, acebo,  aligustre, suelen ser motivo ornamental en este tiempo prenavideño. El texto bíblico alude al retoño del tronco de Jesé como imagen esperanzadora, pues de su raíz surgirá el descendiente de David, el Mesías: “Pero brotará un renuevo del tronco de Jesé, | y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: | espíritu de sabiduría y entendimiento, | espíritu de consejo y fortaleza, | espíritu de ciencia y temor del Señor. Lo inspirará el temor del Señor” (Isa 11, 1-3). 

En el arte, se representa de muchas maneras el árbol de Jesé para simbolizar las generaciones que precedieron a Jesús. «¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron»” (Lc 10, 23-24). 

El papa Francisco acaba de regalarnos una nueva exhortación: “Laudate Deum”. En ella levanta la voz para llamarnos a respetar la casa común, la naturaleza: “Han pasado ya ocho años desde que publiqué la Carta encíclica Laudato si’, cuando quise compartir con todos ustedes, hermanas y hermanos de nuestro sufrido planeta, mis más sentidas preocupaciones sobre el cuidado de la casa común. Pero con el paso del tiempo advierto que no tenemos reacciones suficientes mientras el mundo que nos acoge se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de quiebre” LD 2). 

Propuesta 

¿Respetas la naturaleza y acrecientas la creación?