Aliméntate de la Palabra de Dios y de la Eucaristía XIII Domingo del Tiempo Ordinario

XIII Domingo del Tiempo Ordinario
XIII Domingo del Tiempo Ordinario

Las etapas de la revelación

XIII Domingo del Tiempo Ordinario 

Texto bíblico 

Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva». Se fue con él y lo seguía mucha gente que lo apretujaba. «¿Qué estrépito y qué lloros son estos? La niña no está muerta; está dormida». Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: Talitha qumi (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña” (Mc 5, 22-24.40-43). 

Comentario 

El relato evangélico reitera siete veces la palabra “niña”. Este número no es indiferente en las descripciones bíblicas. Desde los días de la creación y la toma de Jericó, el siete es una referencia plena. Debemos preguntarnos: ¿por qué esta reiteración tan emblemática y simbólica en este pasaje? El siete, entre los judíos, es un número que indica el final de una fase, algo que está "terminado" o "completo". 

Observamos que quien se dirige a Jesús es el jefe de la sinagoga, quien manifiesta la enfermedad grave de su hija. En ella, podemos interpretar una referencia al judaísmo, que ha llegado a su final y ya no transmite vida. En cambio, Jesús es quien devuelve la salud a la niña que, a los ojos humanos, está muerta. 

El Maestro, además de dirigirse a la pequeña con el verbo pascual por excelencia -“levántate”-, les dice a los padres que le den de comer. ¿De qué comida se trata, para que se fortalezca? Sin duda, de la Palabra de Dios, pues “no solo de pan vive el hombre”, y además de Él mismo, de su enseñanza: “Yo soy el Pan de vida”. 

Propuesta 

Aliméntate de la Palabra de Dios y de la Eucaristía

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