La semana pasada murió Patxi Loidi en El Salvador. A muchos lectores, este nombre posiblemente no les diga nada; pero otros muchos recordarán un libro que nos ayudó a muchos a orar –sobre todo en comunidad– de un modo más acorde con los tiempos que corrían después del Vaticano II, en los años 80 y 90: Gritos y plegarias. Canciones, plegarias, salmos, testimonio, páginas fuertes. Conocido por sus comunidades simplemente como GP, era un verdadero “navegador GPS” para la oración y celebración en comunidad; conoció más de treinta ediciones y fue, seguramente, el libro más utilizado en esas décadas en las comunidades cristianas de base. Gritos y plegarias tenía en su portada un coautor gallego, Manolo Regal, que trabajó arduamente en su organización, pero había contado con otros colaboradores. Partiendo del trabajo inicial de Patxi, era un libro verdaderamente coral y comunitario.

Patxi Loidi (1929-2020) era un poeta, un creyente de honda fe religiosa, un maestro espiritual y un hombre bueno, comprometido con los pobres y la justicia. Fue hermano marista, licenciado en Filología Clásica que ejerció como profesor y encargado de pastoral juvenil. Con el Concilio Vaticano II, su vida experimentó un cambio de rumbo que lo llevo a nuevos compromisos en la línea de la renovación propuesta por el Concilio; trabajando primero con un equipo del “Movimiento por un mundo mejor” del P. Lombardi, dedicado a explicar el Concilio en diversos lugares de España. Pero su obra más importante fue el arduo trabajo con las comunidades que fundó en 1985 con antiguos hermanos maristas como Florentino Ulibarri (Uli) y José Mª Mardones –posiblemente hoy más conocidos aún por sus publicaciones–, y laicos como Víctor Urrutia –profesor con una larga actividad política en Euzkadi– y su compañera Loli Asua –también profesora en la Universidad de Deusto–. Era la asociación “Fe y justicia”, en la que se entraba por medio de un largo e intenso catecumenado, con unas comunidades cristianas comprometidas en la línea de la liberación.  En “Fe y justicia” querían unir armoniosamente la fe cristiana y el compromiso social y político activo, la oración y la praxis liberadora. Su proceso de formación fue largo; venia de más de diez años atrás, de la comunidad de base de Deusto y el trabajo con laicos sobre todo vascos.

En 1955 se fue a El Salvador para trabajar en zonas marginales de la capital. Allí fundo la ONG “Círculo Solidario” y la comunidad laical “Fe y acción solidaria”, luego “Jesús solidario”. Su presencia habitual fue desde entonces en El salvador, pero echaba temporadas visitando, animando y trabajando en las comunidades de Jesús Solidario de Perú y Filipinas. Aunque sus referencias de los últimos años suelen hablar solamente de esta última estapa, su gran obra fue “Fe y justicia”.

El trabajo en las comunidades fue el origen y la razón de ser de Gritos y plegarias; un instrumento para laoración y la celebración, pero también para la meditación y la reflexión. Su primera edición –en la editorial bilbaína Desclée de Brouwer– es de 1978; más de 500 páginas en papel biblia para facilitar su utilización como libro ligero de bolsillo. En los años siguientes vinieron más de 30 ediciones con pequeñas ampliaciones; eran volúmenes más gruesos, pero porque iban en papel normal para abaratar costes. Gritos y plegarias no era el típico florilegio de oración; tenía oraciones y poemas, pero también canciones y textos de compromiso y reflexión, con autores de todo el mundo, en la line del eslogan de Taizé “Lucha y contemplación”, utilizando y valorando expresamente el papel de la la revolución, como cambio radical de una sociedad injusta. Por eso, estaba expresivamente dedicado con unos versos anónimos, seguramente de Patxi:

A la gente del pueblo, que nos enseñó la alegría, el canto y la fiesta.

A los jóvenes.

A los que aman la música,  la poesía y la expresión artística (…)

A los educadores cristianos que sueñan con un cristianismo renovado.

A los grupos de catequesis de adultos.

A las comunidades cristianas que anuncian una nueva aurora.

A los revolucionarios que echan de menos la contemplación, la interioridad y la fiesta.

A los cristianos que han tomado una opción revolucionaria. (…)

A los teólogos que han hecho una opción popular y escriben desde la experiencia del suburbio y la explotación. (…)

A todos los testigos, cristianos o no, que han sufrido y quizás han muerto   por la libertad y la justicia. (…)

A Jesucristo, hombre nuevo, que sigue anunciando una nueva sociedad”

  Patxi nos dejó, también, una docena más de libros de poemas, oraciones, reflexiones y catequesis. Alguno es anterior a GP, como Mar rojo (DDB 1976, publicado en Verbo Divino en 2012). Otro casi del mismo año, La zarza. Libro de oración y catequesis (DDB 1979). De pocos años después es Sal y luz. Catequesis para jóvenes y adultos (DDB 1984), con Florentino Ulibarri. Entre 1987 a 1993 publicó los Cuadernos Fe y Justicia (EGA), 24 cuadernos sobre el ser cristiano, Jesucristo, la conciencia, el dinero, el Tercer Mundo...Y finalmente Mar adentro. Plegarias para orar (Sal Terrae 2003).

En años posteriores publicó otros libro de meditación, catequesis y homilética como Gratuito (PPC 2005), una meditación sobre la gratuidad del amor de Dios; Creer como adultos (Verbo Divino, 2005), una aportación para la adultez en la fe, para la formación personal y la formación de grupos; Subiendo a Jericó. Visión solidaria de la fe cristiana (PPC 2005) y Cómo trabajar con los evangelios (PPC 2007), una metodología práctica para trabajar con los evangelios de la liturgia dominical de los ciclos A, B y C.

Y luego unos comentarios sencillos, directos y populares de los evangelios: Jesús, Maestro de vida. Ciclo A (PPC 2007); Jesús, el Mesías escondido. Ciclo B (PPC 2008) y Jesús, el Salvador. Ciclo C (PPC 2009).

Finalmente, publicó Laicos y laicas (en el mundo y desde el mundo) (El samaritano 2018), para recordar la necesidad de un laicado que trabaje en la misión en el mundo.