"¿Quién mantendrá a salvo nuestra pequeña chispa de Esperanza?" Esperanza: No te adormezcas en el pesimismo, no te ahogues en tus lágrimas
"Los políticos se muerden, los volcanes no se apagan, la gente está más irascible que un tigre sobre unas brasas"
"La Esperanza es un barquito chiquitito 'que no podía, que no podía, que no podía navegar'"
"Que podemos aprender a tener esperanza, y que esta destreza nos hace más fuertes ante la adversidad y la búsqueda de soluciones"
"Que podemos aprender a tener esperanza, y que esta destreza nos hace más fuertes ante la adversidad y la búsqueda de soluciones"
Vivimos con el corazón encogido ante las noticias tristes y el olor a tierra mojada que precede a la tormenta. Dicen que pese a las vacunaciones y las mascarillas persistentes que nos borraron la sonrisa, la onda expansiva de un virus extraño y traicionero regresa, si es que se marchó algún día. Los precios de los alimentos y la gasolina ascienden tras el imparable precio de la luz que continua subiendo día a día como un globo sin techo. Los políticos se muerden, los volcanes no se apagan, la gente está más irascible que un tigre sobre unas brasas.
Esperanza.
La Esperanza es un barquito chiquitito “que no podía, que no podía, que no podía navegar. Pasaron un dos tres, cuatro cinco y seis semanas y aquel barquito, aquel barquito, aquel barquito…” ¿Naufragó? O ¿Navegó? Intento pintarme la cara de color esperanza y no me sale más que una mueca triste de Jocker.
Hoy se encienden las lucecitas de la Navidad para animarnos a salir, consumir y dejarnos la cartera en el “Blak freidi”. Pero ¿quién mantendrá a salvo nuestra pequeña chispa de Esperanza? ¿Quién nos dice que todo se va a arreglar? ¿Quién nos trae un balón de oxígeno cuando todo parece arder?
Escuchaba el otro día a una muy brillante y amena Elsa Punset que nos decía que la Esperanza no es un sentimiento bonito sino una habilidad que hemos de ejercitar. Que podemos aprender a tener esperanza, y que esta destreza nos hace más fuertes ante la adversidad y la búsqueda de soluciones. Quien pierde la esperanza se deja ahogar por el pesimismo. Pero el optimismo también se debe entrenar. Tendemos a ser cenizos, a solo darnos cuenta de lo negativo, a olvidar lo bueno y centrarnos en lo malo, a ver la mosca en el balde de leche...
Nuestra esperanza esta cimentada en la Navidad, qué cosas. No la navidad de comer langostinos y volvernos todos locos comprando; hablo de que en un mes celebramos y recordamos que El Amor se hizo persona humana para todos. Y que ese Amor triunfa sobre todos los dragones evidentes de este mundo. Un Amor que nos salvará, curará nuestras heridas y hará de nuestro funeral una boda con baile y barra libre.
Esta Esperanza en el Amor sincero no nos amuerma sino que nos anima a trabajar por los demás y por nosotros mismos. Todo el mundo tiene remedio, hasta el fracasado más reincidente, el pecador más empecatado incluso el malvado más oscuro. Hasta yo tengo remedio…jeje...
Es cierto que en este mundo no veremos brillar el Sol que anhelamos, pero ya se atisba el amanecer en tantas personas que con pequeños y entrañables gestos de cariño y de bondad, de justicia y de valor, hacen que se mantenga nuestra esperanza viva, en la Uci, pero cuidada intensamente.
No te adormezcas en el pesimismo, no te ahogues en tus lágrimas. Matricúlate en el gimnasio más famoso de esta temporada de Adviento: no dejes de creer que siempre hay una salida. No sabes cuál será la ventana que Dios te abrirá, pero tienes una seguro...
No sólo no pierdas la esperanza como un débil rescoldo sino haz de ella una antorcha que te mantenga arriba iluminando el camino a los demás.
Valor y adelante. Siempre con esperanza.
AVISILLOS
¿ Y esta Navidad qué vas a regalar? “La Vecina de Jesús” puede traerte muchas riisas a ti y a los tuyos.
En youtube en mi canal oficial podrás encontrar “Ave María”, mi última canción, muy popular.
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