La Comunidad Valenciana festeja en confinamiento a su Patrón Principal Rescatan la olvidada oración que compuso san Vicente Ferrer contra las epidemias
San Vicente Ferrer está considerado como “abogado contra la peste y epidemias con milagros, contra la pestilencia, contra las epidemias y enfermedades contagiosas”
"Libradnos Jesucristo Dios nuestro, de nuestros enemigos y de toda peste, mal contagioso, y de muerte repentina y eterna. Dios Santo, Dios Fuerte, Santo Inmortal y misericordioso Salvador nuestro habed misericordia de nosotros"
| Baltasar Bueno, corresponsal en Valencia
Aunque la fiesta de san Vicente Ferrer está fijada en el calendario litúrgico para el 5 de abril –murió el santo el 5 de abril de 1419- es tradicional celebrar la solemnidad el lunes después del II Domingo de Pascua en la Comunidad Valenciana, de la que es Patrón principal.
Fray Vicente Ferrer, dominico, estuvo dotado de grandes carismas proféticos de evangelizador, taumaturgo, pastor y pacificador. Es sin lugar a dudas el santo más popular de los valencianos, a quien en las fechas de Pascua se le tributa grandes festejos.
Este año, el coronavirus confinará la fiesta a los hogares y a lo virtual. En la mañana del lunes 20 de abril, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidirá la Misa de san Vicente en la catedral, concelebrada con el Cabildo, a puerta cerrada y sin fieles, retransmitida por el canal Youtube del templo y Tele 8, en la que como es tradicional predicará un fraile dominico del convento de Valencia, Vicente Grau.
La parroquia de Benimámet –pedanía de la ciudad de Valencia que lucha por ser pueblo independiente dada sus envergadura- ha rescatado una oración que compusiera personalmente san Vicente Ferrer contra las epidemias, en varias de las cuales tuvo que intervenir con sus milagros, y la virtualizará en esta jornada a través de las redes sociales. El párroco es un hombre ilustrado, especialista en pastoral del laicado, José Manuel Marhuenda Salazar.
El santo se detenía en Benimámet cada vez que pasaba o venía de Paterna, porque en su iglesia, dedicada a san Vicente mártir, había un altar en su época dedicada al joven diácono, por el que sentía gran devoción, al haber nacido el día en que se conmemoraba su martirio y llamarse él Vicente como el mártir.
Jaime I logró hacerse con el rahal árabe de Benimámet (llamado por los musulmanes Benimahabet o Benimabet) al poco de conseguir la rendición de Paterna mediante pacto o capitulación sin ningún tipo de resistencia. Los moros de ambos lugares se entregaron sin resistencia a cambio de que se les permitiera seguir viviendo aquí como hasta entonces y según sus costumbres y creencias.
Reintrodujo el rey el cristianismo en Benimámet y mandó erigir una ermita. El monarca le tenía gran fe y devoción a san Vicente mártir al que se aclamó en su campaña de conquista del Reino Moro de Valencia y a cuyo favor atribuyó su victoria. Igual pensaban los nobles que le acompañaban. Uno de ellos, Señor del Lugar, en la primitiva ermita erigió un Altar dedicado a san Vicente mártir en el año 1350.
De entonces arranca el culto y devoción al santo diácono mártir en Benimàmet, que lo tiene como patrón y favorecedor. Precisamente en las actas remitidas a Roma para conseguir el patronazgo canónico sobre la Villa constan hechos creídos milagrosos, pestes sufridas en el pueblo, hechos prodigiosos que siguen en la memoria de los habitantes del lugar.
Benimámet, como Paterna, estaban fuertemente arabizadas, hecho que hizo que san Vicente Ferrer acudiera con frecuencia a Paterna para evangelizar y lograr su conversión al cristianismo, cosa harto difícil pues el islam no permite que sus fieles se pasen a otra religión. San Vicente tenía otra razón de peso para ir a Paterna, negociar con los Centelles, con palacio en la Villa, para que cejaran en las guerras civiles contra otras familias nobles que ensangrentaban el territorio valenciano.
San Vicente iba a Paterna desde Valencia a pie por la antigua carretera de Aragón, que en su primer tramo denominamos aun Camí Vell de Paterna, ruta que iba después a Lliria, Chelva y de ahí a Segorbe para subir a tierras aragonesas. El primer pueblo que le salía al paso era Benimámet. Aquí se detendría a descansar y rezar a su santo preferido, san Vicente mártir. Recordemos que san Vicente Ferrer predicando por el sur de Francia se desplazó expresamente a Castres para rezar ante la tumba de san Vicente Mártir que, según una tradición de la época, estaba enterrado allí.
En algunas ocasiones, los labradores, viéndole pasar, se le acercaban a escucharle o a rezar con él. Esta memoria ha quedado en los anales de nuestra Parroquia. También cabe subrayar que ha quedado memoria también de ello en la documentación oficial, el escudo municipal no hace muchos años lleva dibujadas la cruz en aspa, la rueda molino y la corona de laurel símbolos iconográficos del santo mártir. San Vicente entraba por el Molino de Bon Any, Alquería de Calvet, Casa dels Canonges y Casa Monzó hasta llegar a la Ermita y salía por el Garroferal dejando la entonces morería de la plaza de la Cruz para llegar al barranco de Endolça y cruzar a Paterna.
Recordemos que san Vicente Ferrer predicando por el sur de Francia se desplazó expresamente a Castres para rezar ante la tumba de san Vicente Mártir que, según una tradición de la época, estaba enterrado allí
Este lunes, 20 de abril, fiesta litúrgica de san Vicente Ferrer, tendremos una Misa en su honor y recordaremos lo afortunada que fue Benimámet por el paso y la presencia del paso del santo en nuestro pueblo. Lo haremos de manera virtual, por el confinamiento, con volteo general de campanas, con adorno de la fachada del templo, y en la que se invitará a leer la oración –la testimonia su biógrafo Francisco Vidal y Micó- que él mismo santo compuso para tiempos de epidemias.
San Vicente Ferrer está considerado como “abogado contra la peste y epidemias con milagros, contra la pestilencia, contra las epidemias y enfermedades contagiosas”. Para que nos ayude a salir de la grave crisis de la pandemia que vivimos en este tiempo, salvando a todos los enfermos y confiando que intercederá ante el Padre, que todo lo puede, además de rezar por los fallecidos.
Oración de san Vicente contra la peste
“Cristo vence, Cristo reina, Cristo manda, Cristo de todo mal nos defienda. Jesús Nazareno Rey de los Judíos, tened misericordia de nosotros. Por la señal de la Santa Cruz, y por los méritos de la gloriosa y siempre Virgen María vuestra Madre y Señora nuestra, y de vuestros Mártires y Confesores Fabián, Sebastián, Nicasio, Anastasia, Martin, Roque Cosme y Damián; libradnos Jesucristo Dios nuestro, de nuestros enemigos y de toda peste, mal contagioso, y de muerte repentina y eterna. Dios Santo, Dios Fuerte, Santo Inmortal y misericordioso Salvador nuestro habed misericordia de nosotros. Y se encarnó por obra del espíritu Santo de la Virgen María, y se hizo hombre.”