La génesis de la imagen, advocación y devoción de la Virgen de los Desamparados de Valencia la encontramos en el suceso que contempló el P. Gilabert Jofré, mercedario –a quien la Iglesia sigue sin beatificarlo ni canonizarlo- , camino desde su convento en la plaza de la Merced a la catedral de Valencia para pronunciar el  sermón de Cuaresma, el  24 de febrero de 1409, al encontrarse con un grupo de personas que maltrataban a un demente. La escena la ha plasmado muy bien sobre lienzo nuestro insigne Sorolla.

En su prédica, el fraile mercedario  dejó aparte los apuntes que se había preparado y bajó el púlpito a la realidad de la calle, teología de proximidad, cosa que no suelen hacer mucho los curas. Relató a la gente que llenaba la catedral lo ocurrido moviendo sus conciencias. Refirió que en Valencia había “molta obra pia”,  muchos hospitales y obras pías, pero faltaba un hospital o casa donde los ignoscens o furiosos fueran acogidos y cuidados. Ignoscens, discapacitados psíquicos, furiosos, locos.

La idea la asumió un grupo de notables de la ciudad,  encabezados por Lorenzo Salom, quienes pidieron permiso al rey don Martín para hacer el hospital –primer psiquiátrico de las regiones de la hoy Europa- , otorgándolo el 2 de diciembre de 1409,  y al Papa Benedicto XIII, quien lo concedió el 26 de febrero de 1410. Este fue quien  dispuso que el centro fuese puesto bajo el patronazgo de los Santos Inocentes Mártires.

            Compraron el solar con dinero particular que aportaron por igual los promotores iniciales, un terreno de moreras situado junto al portal de Torrent, pronto  comenzaron las obras del que sería Spital dels Ignoscens. Arquitectónicamente era un complejo llamado palacino, es decir de planta cuadrada con patio central, rodeado de pórticos, con habitaciones o celdas, de lo que sólo hoy queda la Biblioteca y el Capitulet junto con algunos restos arqueológicos.

El Spital fue creado exclusivamente para enfermos mentales –ignoscens, folls e orats- y su fundación inicial fue, en principio, laica. Los agentes de la autoridad estaban obligados a prestar auxilio a los spitalers cuando trataban de conducir a los dementes que deambulaban por las calles con peligro para la sociedad, al hospital.

            El médico, sacerdote  y poeta Lluís Alcañiz  fue uno de los facultativos del centro. Se empleaba terapias farmacológicas naturistas consistentes en purgantes, jaropes y hierbas medicinales, además de las infaltables sangrías, pues la medicina de aquel tiempo defendía que sangrando a los enfermos salían los malos espíritus que les afectaban. También era médico del hospital el literato Jaume Roig.

Terapias naturistas y ocupacionales

Utilizaban las terapias ocupacionales haciendo que los internos trabajaran en los huertos y en labores mecánicas como tejer, limpieza, cocina, lavado de ropa. Por lo que cuentan los documentos de la época, los enfermos no muy graves solían curar en seis meses, si pasado este plazo veían que no respondían bien, se clasificaba el caso como difícil. La alimentación - según los partes contables que se conserva en los Archivos Históricos de la Virgen y el de la Diputación - era a base de pescado, carne de gallina, huevos, mucho arroz, legumbres, queso de Sicilia y huevos.

En el siglo XVI, corrió peligro el Spital dels Ignoscens, Folls e Orats al ordenarse la fusión de todos los hospitales de Valencia, pero al final se salvó y  pudo conservar siempre una cierta autonomía, pues tenía fama de ser el mejor y el de mayor prestigio.

La vida diaria del hospital estaba impregnada por el ambiente religioso de la Edad Media. Ello hizo que el 11 de marzo de 1413, en la Misa de san Matías, el oficiante, Juan de Roda, propusiera a los patricios fundadores que llevaban adelante el hospital les apoyara más gente. Se reunieron medio centenar de personas y acordaron constituirse en cofradía.

Aprobación papal y regia

En julio de 2014, acudió a Morella, donde estaban el rey Fernando de Antequera  y el Papa Benedicto XIII tratando asuntos del Cisma en la Iglesia , una comisión para solicitarles su aprobación.El rey dio su placet el 1 de agosto y firmó el Privilegio autorizando la creación de la Cofradía el 29 de agosto de 1414. Nació la Lloable Confraria de la Verge Maria dels Ignoscens. Cuatro años más tarde, el Papa Benedcito XIII aceptaría el cambio de patronazgo,  al aprobar la que firmó el rey con el nombre de Sancta Maria dels Innocents. Ambos salieron ganando, aparecía la Virgen como patrona del Hospital y se advocaba de los Inocentes.

 En origen,  la denominación de la Cofradía sería ambivalente, de los Inocentes mártires y de los locos. No sería hasta el 3 de junio de 1493,  cuando el rey Fernando el Católico, en un Privilegio concediendo más competencias y derechos a la Cofradía, completaría el título de la advocación mariana de Nostra Donna Sancta dels Ignoscens e Desamparats, apareciendo por primera vez el nombre de Desamparados, que es el que se ha popularizado.

 Los capítulos o estatutos de la Cofradía recogieron con todo detalle las funciones y actividades a desarrollar por la misma, tanto festivas, como benéfico-sociales y religiosas. Entre las actividades caritativas estaba el auxilio al hospital, la sepultura de náufragos, ajusticiados y desamparados, la atención a las fembres del partit en la pobla de les fembres pecadrius (prostitutas), el socorro a les verges de Maria (doncellas huérfanas) y diversas acciones de beneficencia.

Los entierros judiciales

Destacaba en estas actividades la sepultura de ajusticiados, de cuyo entierro se ocupaba la Cofradía, llevando los cadáveres por lo general al cementerio de Carraixet, junto al barranco del mismo nombre, en Tavernes Blanques, cortejos en los que era portada la imagen de la Virgen de los Desamparados, yacente, sobre los féretros.

En el lugar de Carraixet, la Cofradía construyó el cementerio y una ermita, edificaciones ambas que  son propiedad de la Cofradía, aunque la ermita ha sido cedida para su gestión a la Cofradía de la Virgen de los Desamparados de  Tavernes. La ermita estaba pegada al cementerio de los ajusticiados, pero por unas reformas urbanísticas en el cauce del barranco fue derribada a principios del siglo pasado y sustituida por otra de nueo cuño, la que se ve hoy, justo en frente, al otro lado de la carretera, y sobre el solar donde estaba el cementerio de los inocentes. En las recientes tormentas, un rayo ha destrozado parte de la espadaña de la ermita.

Este servicio de sepultar los cadáveres, hoy llamados judiciales y realiza La Pepa -como se le llama en el argot policial y periodístico-, finalizó en 1900, al ser municipalizado, como consecuencia de una serie de acciones reivindicativas de la Cofradía ante el Ayuntamiento de Valencia el año 1893, en que solicitaba , entre otras cosas, arreglaran el local donde estaban los camilleros que trasladaban los cadáveres. El Consistorio inició un expediente administrativo que acabaría arrebatándole a la Cofradía los derechos y privilegios históricos que tenía para realizar estos servicios de retirar cadáveres, labor retribuido por el erario municipal.

Guerrillero Romeu

 Uno de los cadáveres que atendió la Cofradía y lo enterró en el cementerio de Carraixet fue el del héroe guerrillero Romeu, de Sagunto, quien fue detenido por las tropas francesas  cuando desarrollaba guerra de guerrillas contra los franceses  durante la Guerra de la Independencia en la zona de Sot de Chera. Llevado a Valencia fue ajusticiado. El acta de su enterramiento se encuentra en el Archivo Parroquial de Almàssera, de cuya jurisdicción eclesiástica dependía el cementerio de los ajusticiados.

Fue la Cofradía promotora de la devoción a la advocación de la Virgen de los Desamparados. Procuró por su culto y capillas, cuya imagen fue pasando de las casas de los clavarios mayores de la Cofradía, al Capitulet , luego a la capilla del patis d´en Bru detrás de la iglesia de san Carlos, después a la capilla externa de la catedral y, finalmente, a la Real Capilla (1667). De hecho, la propietaria de la Basílica era la Cofradía, pero desde hace pocos años, el Arzobispado se hizo con la titularidad de la misma, a pesar de la oposición de un sector importante de la misma, encabezada por Ignacio Carrau Leonarte.

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