A la luz de la exhortación apostólica Laudate Deum, publicada el pasado 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, el Papa Francisco quiere participar en la COP28 y para ello viajará a Dubai donde estará presente en este importante encuentro internacional. El Papa dedicó un capítulo entero de la exhortación apostólica a esta cumbre climática: "¿Qué esperamos de la COP28 en Dubái?"

Este es el título del capitulo 5, y en él condensa sus expectativas y esperanzas, poniendo la mirada en Dubai como una oportunidad crucial para un mundo más justo y afirmando: "las empresas de petróleo y gas aspiran a nuevos proyectos para ampliar aún más la producción”. “Decir que no se debe esperar nada sería contraproducente, porque significaría exponer a toda la humanidad, especialmente a los más pobres, a los peores impactos del cambio climático” (LD 53).

“Si tenemos fe en la capacidad de los seres humanos de trascender sus pequeños intereses y pensar en grande, no podemos dejar de soñar que la COP28 conducirá a una aceleración decisiva de la transición energética, con compromisos efectivos que puedan ser supervisados permanentemente”. “Esta Conferencia puede ser un punto de inflexión, demostrando que todo lo que se ha hecho desde 1992 fue serio y adecuado, de lo contrario será una gran decepción y pondrá en riesgo todo lo bueno que se ha logrado hasta ahora”.(LD 54)

La cumbre del clima de Dubai, COP28, contará, por primera vez en la historia de estas asambleas mundiales, para la lucha contra el cambio climático, con un "Pabellón de la Fe" cuyo objetivo es incluir a los lideres religiosos en este debate y "amplificar" de esta manera el mensaje sobre las acciones necesarias para combatir la crisis climática global. Servirá para acoger conferencias y encuentros con líderes religiosos, políticos y científicos, además de que la participación de los jóvenes y los representantes indígenas tendrán un papel protagonista. En este contexto: ¿Qué puede aportar la ecología al ecumenismo y al dialogo interreligioso?

Pues como se trata de una cuestión que afecta al presente y a las generaciones futuras, el tema del cuidado de la casa común y de la ecologia integral, se ha convertido en algo fundamental y en un punto de encuentro para lideres religiosos y políticos. Actualmente la sintonía es muy grande, aunque en su día para la mayoría de las religiones, no era un tema de su interés.

En los años 60 la preocupación era acabar con la pobreza, promover el desarrollo, asegurar unos mínimos para todo y la cuestión ecológica era una distracción; incluso para la mayoría de movimientos sociales y religiosos era una amenaza. En los años 80 se inicia una fase más reflexiva y se adoptan elementos para examinar nuestra teología, antropología ecológica, teología de la creación.... Ahora estamos en una fase propositiva, donde las Iglesias toman este tema enconsideración y empiezan a tomar iniciativas ( documentos, foros).

Laudato Si’, que, lamentablemente, aún cuenta con una gran oposición interna, marcó el horizonte católico de la cuestión medioambiental encuadrándola dentro de la Teologia Moral. A través de la ecología integral que une lo ambiental, lo social y lo transcendental podemos trabajar en conjunto, (escuelas, organizaciones sociales, asociaciones de padres y madres, movimientos ecologistas...) para incidir mejor en ámbitos educativos, sin banderas y sin enfrentamientos ya que es un tema transversal que conecta con todo y con todos.

En Laudate Deum (Alabar a Dios), el papa Francisco nos pone en alerta y nos brinda una nueva oportunidad de influir y actuar. Su deseo es que esta vez se logre un acuerdo multilateral y que los católicos superemos nuestros prejuicios para tomar conciencia de la gravedad de la crisis climática.

Rosa María Quero Pérez

Secretariado para el cuidado de la Creación - Diocesis de Córdoba
Animadora Laudato si ́del Movimiento Laudato si ́