Prelados vaticanos y Harry Potter.
Un prelado vaticano, de esos que está perpetuamente dictando toda clase de sentencias condenatorias para el mundo, se descuelga en radio Vaticano hablando mal de Harry Potter. Es libre de hacer tal cosa, por un tiempo yo pensé que era una chorrada de pelicla infantil, pero tras ver las seis películas hasta ahora publicadas, terminé enganchándome y comprendiendo lo que es la saga de películas de Harry Potter. Desde el compresivo, cercano y admirado profesor Dumbledore, hasta el distante, antipático y desagradable profesor Severus Snape. También observamos cosas tan importantes como el valor de una amistad como la de Harry, Ermione y Ron entre las muchas y leales amistades, el amor hasta el sacrificio de una madre por su hijo, y la búsqueda y anhelo de una familia por parte de Harry Potter. De hecho, también se nos ilustra contra la venganza, cuando Harry perdona a quien traicionó a sus padres, el llamado Colagusano.
Pues en este último capítulo, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte I, veremos el valor de la amistad y la lealtad, en especial los amigos de Harry Potter y la Orden del Fenix. En otro próximo capítulo, ciertas tinieblas quedan disipadas, y es entorno a la enigmática figura del profesor Severus Snape. Sobre todo cuando descubrimos en él un hombre que por amor se unió a los mortifagos de Voldemort y que fue redimido por amor al comprender que aquel no era el camino correcto. Muchas cosas interesantes se van a ver, y sobre todo, lo que nunca falta en esta aventura es la esperanza de los personajes que luchan contra un tirano, y más con una profecía de por medio que anuncia el fin del señor tenebroso. ¿No hay esperanza? Si el primero que tiene miedo a perder el poder es el señor tenebroso, que busca desesperadamente una varita mágica que lo mantenga en el mismo, y que lo llevara a un límite en el que se verá expuesto a la traición de los Malfoy, por no hablar de la de Snape o la de Colagusano (que no la he visto en la película).
Por último, cabe hablar de una hermosa fábula o cuento en esta entrega, un tanto moralizante como es el cuento de tres hermanos que engañan a la muerte. Y esta les entrega a los tres hermanos tres objetos. Un hermano recibe la varita de Sauco, que lo convierte en el ser más poderoso que existe, pero el poder lo conduce a la traición y el asesinato, con lo cual termina muriendo. Un hermano pide la piedra de resurrección para devolverle la vida a los muertos, y la muerte le concede este objeto que tiene consecuencias fatales para él, ya que al resucitar a su exnovia, esta regresa fria y ajena al mundo de los vivos, viendo su frustración, el hermano enloquece y se suicida. Por último, el otro hermano recibe la capa de invisibilidad de la muerte, con la que la muerte no lo encontrará jamás, y exactamente la muerte no la encuentra, pero al tener un hijo, este intenta evitar que la muerte pueda encontrar a su hijo regalándole la capa y entregándose con los brazos abiertos a la propia muerte.
Respecto a ciertos prelados vaticanos, de ellos solo me cabe esperar sus habituales condenas, las cuales solo generan prevención contra la Iglesia. Esta sociedad está cada vez más harta de ellos, y cuanto más se empeñan en condenar y condenar, más hunden el catolicismo y más distancia aparece entre la Iglesia y la sociedad actual. No digo que deba gustarle a ese prelado la saga de Harry Potter, digo que para emitir condenas y decir mentiras, se vea primero la serie y las discuta con alguien que no ande todo el día enclaustrado tras piras de libros y condenas. Algunos prelados cuando salen del vaticano o ven algo fuera, creen ver al diablo a la vuelta de la esquina, y parece que en Harry Potter han visto demasiados demonios. La verdad, mala cosa es que veas al diablo continuamente en lugar de la esperanza y salvación de Dios, pues eso significa que algo que están haciendo debe darle un gustillo para estar continuamente observándole, no me extraña que eso les pase a estos prelados.