… actos folclóricos revestidos de religiosidad a favor de un modelo tradicional de familia que se supone en peligro por la boda gay del vecino del segundo, el divorcio de la vecina del tercero o el arrejuntamiento de los del bajo. No es que sea malo el modelo tradicional, es que si muchísimas familias pasan por una crisis económica brutal, Cáritas hace por ellas lo indecible. No me parece tan mal estos actos folclóricos (salvo en las sandeces que dicen sobre la familia que no se las creen ni ellos), me parece mal las millonadas que se gastan para nada. Luego exigen una X en la declaración de la renta al tiempo que se esfuma entre un millón y medio millón de euros.

¿Misa de las familias? Pues hombre, al aire libre se puede hacer de todo por un precio casi gratuito. Explanadas hay, y si se quiere escuchar al Santo Padre en el acto unas radios sintonizando la COPE y listos o un proyector sobre un muro. Cualquier cosa de esas costaría mucho menos. Si montar escenarios para conciertos con sus pantallas tampoco es que sea demasiado dinero de alquiler, cualquier pueblo de menos de 2000 habitantes una vez al año hasta se lo consiente en unas fiestas que duran toda una semana. No se explica porque un precio tan caro para algo de un ratito de nada. De hecho, hasta conciertos hechos en Colón el ayuntamiento de Madrid no ha llegado ni a destinar medio millón de euros. Ni que decir tiene que si organizar todos los saraos que se han organizado en la plaza de Colón costase lo que cuesta el folclórico acto de las familias, nunca harían nada en dicha plaza.

Pero si para hacer un acto multitudinario hay que despilfarrar, es que algo no va bien en el Arzobispado de Madrid y entre los dirigentes Kikos. O tal vez son los Kikos los que rentabilizan el acto sacando a su dirigente telepredicador con su bandurria a cantarle a su club de fans. En cualquier caso, la familia es solo una excusa para el brindis al sol. Y los dineros se esfuman rápidamente en empresas tipo Gürtel monta escenarios y eventos. Sería bueno averiguar en que se va a gastar el Arzobispado de Madrid ese medio milloncete y el millón del año pasado, salvo que mañana nos digan que el Papa cobra por un concierto más que Shakira, o que el concierto de bandurria de Kiko Argüello sale por un ojo de la cara.

¿A donde van todos los dineros Antonio Maria?