París, Burgos, Vaticano y la previa de la Asunción, en el #resumensemanal de RD De las Olimpiadas del 'Dios lo quiere' a los tres meses del cisma de Belorado

Buenos días, bienvenidos al resumen semanal de Religión Digital, después de un par de semanas de descanso que también creemos que lo merecíamos. Esta semana, el Papa también ha regresado de sus vacaciones, aunque ya saben que las vacaciones del Papa son muy sui generis: las dedica a trabajar, a escribir, a planificar viajes como el que realizará en septiembre a Asia y Oceanía.

Ha sido un verano papal sin demasiadas sorpresas, a la espera de ese viaje, del consistorio que debe estar al caer y de la preparación del Sínodo y del Año Jubilar. Nos espera un otoño intenso, pero es verdad que el Papa ha decidido más o menos descansar. Nosotros no paramos y seguimos, hoy domingo 11 de agosto, fiesta de Santa Clara. Tres meses después del comienzo del cisma de las exclarisas de Belorado.

Las exmonjas que siguen con su deriva. Esta semana hemos visto como la ex-abadesa ha lanzado un vídeo en Instagram volviendo a acusar al arzobispo de Burgos de tenerlas asfixiadas, y augurando la pérdida de los tres conventos para septiembre y su desahucio. Aunque éste, como informamos en RD, no comenzará a activarse hasta pasado el verano.

En estos días, además, hemos conocido que cuentan con un nuevo 'obispo', un brasileño sedevacantista, admirador de Hitler, que incluso fue considerado demasiado ultra para personajes como Richard Williamson, uno de los obispos lefebrianos que llegó a negar el Holocausto. Imagínense a qué nivel estamos.

Hoy domingo también se clausuran los Juegos Olímpicos de París, unos Juegos Olímpicos donde se han visto muchos ejemplos de lo que se debe hacer, y algún otro de lo que no se debe hacer. Hemos visto ejemplos de deportividad, de compañerismo, de unión entre los pueblos, de llamadas a la paz y a la convivencia, tan necesarias hoy, cuando siguen resonando las bombas en Gaza, en Myanmar, en Ucrania, en tantos lugares y en tantas guerras. También en las olvidadas, como por ejemplo la de Sudán.

También hemos asistido a algunos espectáculos no demasiado edificantes, que muchos creyentes han considerado como una ofensa a sus sentimientos religiosos, especialmente en la ceremonia de inauguración. Esperemos que no se repitan en la de clausura, porque los Juegos Olímpicos no deben ir de esto.

Es cierto que estas polémicas han servido para que algunos, desde sus extremos, hayan intentado uilizar la polémica para su propia conveniencia, lanzando diatribas sobre qué es lo que Dios quiere y que no, qué deportistas son los que Dios apoya para lograr la medalla de oro y 'vengarse' y cuáles no. Ese no es el camino.

El deporte, y la religión, y la fe, deben servir para unir, no para separar. Deben servir para crear condiciones de vida, para que los hombres y las mujeres del mundo sean libres y no para lo contrario. Hay que cuidar esto.

Esta semana, las fiestas de la Asunción de María demostrarán que en España, pese a todo, hay un poso de fe que tenemos que seguir cuidando y celebrándolo en mitad del pueblo, no apartados.

Nosotros, sea como fuere, lo contaremos aquí, como siempre, en Religión Digital. Muy buen verano.