El 'culebrón' de las clarisas, las polémicas del Papa y el Corpus, en el #resumensemanal de RD La única respuesta posible de los obispos a las víctimas: "Haced lo que ellas nos digan"
"Reunir a las víctimas, pedirlas perdón y preguntarles sencillamente qué es lo que queréis, qué es lo que necesitáis. Escuchadlas. Y simplemente hacer lo que ellas nos digan"
"El culebrón de las clarisas continúa, ya con Iceta con plenos poderes, reconocidos por Roma y por el Registro Civil. Las monjas, el cura coctelero y el obispo fake han reaccionado con sendas denuncias que no tienen ningún recorrido. Pero esto tiene que terminar ya"
"El Papa se ha equivocado, gravemente, hablando del 'mariconeo' en los seminarios y del 'cotorreo' de las mujeres. Falta muchísimo por hacer en la Iglesia, y también con esa oposición latente que busca atacar al Papa, y filtrar declaraciones privadas que, insisto, son un error, por el que el Papa ha pedido perdón"
"El Papa se ha equivocado, gravemente, hablando del 'mariconeo' en los seminarios y del 'cotorreo' de las mujeres. Falta muchísimo por hacer en la Iglesia, y también con esa oposición latente que busca atacar al Papa, y filtrar declaraciones privadas que, insisto, son un error, por el que el Papa ha pedido perdón"
Buen domingo del Corpus. Acabamos una semana muy intensa en lo informativo. Una semana en la que el Papa ha estado en el ojo del huracán por unas declaraciones filtradas hechas en dos encuentros privados con el clero italiano y con obispos del país, en las que hablaba del mariconeo de los seminarios y venía a llamar a las mujeres cotorras y cotillas.
Errores claros de Francisco que demuestran que todavía falta muchísimo por hacer en la Iglesia, incluso en alguien como este Papa de las Reformas. Y que también denotan esa oposición latente que cada vez se esconde menos y cada vez busca más ofender y atacar a Bergoglio. Por temas por los que se puede atacar, insisto, no debería haberlo dicho el Papa. Un Papa que también ha pedido perdón y que nos vuelve a demostrar una y otra vez que esto de ser infalible solo está en los libros y en algunas cositas. Que ser Papa es muchísimo más que no equivocarse. Y eso también hay que aprenderlo.
Aquí en España también hay que aprenderlo. También en Argentina hemos visto la sorpresiva renuncia del arzobispo de la Plata, Gabriel Mestre, nueve meses después de haber sido designado por Francisco para sustituir a Tucho Fernández. Faltan por explicar muchísimas cosas, pero todo tiene la pinta de una trama de oposiciones y acusaciones en la tierra del Papa Francisco. Hay que cuidar eso.
Hay que cuidar también el culebrón de las clarisas en las que parece que ya Roma ha otorgado poderes plenos a Mario Iceta para que tome las rietas del asunto y solucione esta cuestión. También desde el punto de vista legal. Mario Iceta ya es el representante a nivel legal de las monjas de Belorado, Orduña y Derio. Y así aparece ya en los papeles del Registro Las monjas, el cura coctelero y el obispo falso han reaccionado con sendas denuncias contra Iceta que no tienen mucho recorrido. Tiene toda la pinta de que esto va a acabar mal, pero tiene que terminar y tiene que solucionarse de alguna manera.
En España hemos tenido esta semana a Martin Baron, el histórico director de The Boston Globe, también director de The Washington Post, que destapó en el año 2002 el caso Spotlight, la mayor trama de corrupción de pederastia. La iglesia estadounidense nos concedió una entrevista en exclusiva a Religión Digital y nos dijo que los obispos españoles lamentablemente están haciendo muy, muy poco, que no entienden a las víctimas.
Justo ese mismo día la nueva cúpula episcopal era recibida por el Papa Francisco y fue el Papa quien les preguntó a Cobo, Arguello y a García Magán qué pasaba con las víctimas, qué pasaba con el estatuto de las víctimas, qué pasaba con las indemnizaciones. Los obispos respondieron. En su asamblea de julio aprobarán, al menos el reglamento para poder trabajar. A las víctimas les parece poco, y tienen razón. Estamos ante un momento histórico, en el que se puede romper todo o se puede empezar a solucionar. Y ante eso creemos que es muy sencilla la respuesta. Reunir a las víctimas, pedirlas perdón y preguntarles sencillamente qué es lo que queréis, qué es lo que necesitáis. Escuchadlas. Y simplemente hacer lo que ellas nos digan. Muy buen domingo. Hasta luego.