Cena del Senor en familia EUCARISTIA DE CONFINAMIENTO EN CASA
Sacerdocio de fieles en tiempo de pandemia
| Juan Masia SJ
RITO EUCARÍSTICO EN CASA DURANTE EL CONFINAMIENTO.
Antes de la comida, rezamos recordando la Ultima Cena de Jesús。Eucaristia familiar en comunion universal para tiempo de pandemia.
(Colocamos sobre el mantel pan y vino y el crucifijo. Pan y vino, signos de vida cotidiana que se hacen signos sacramentales de presencia de gracia. El crucifijo, signo visible de fe que resume el misterio invisible.
Se puede proyectar en el televisor la misa del Papa en Roma u otra de las que son accesibles por internet: ver you tube.
En la sección latinoamericana del Centro Internacional de la diócesis de Tokyo para la Pastoral de Migraciones hemos preparado el ritual siguiente para que puedan celebrar la Cena del Señor y Comunión espiritual en las casas durante el confinamiento. Ver para explicacion los dos posts anteriores en este mismo blog).
Lector: INICIO. CELEBREMOS LA CENA DEL SEÑOR.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén
L: Que el Señor nos bendiga con su paz.
T: Él está en medio y dentro de nosotros
L: Ven, Espíritu de Vida, y entra en nuestros corazones
T: Haz que podamos gritar: Abba, Dios Padre y Madre, en Ti confío.
L: Que la bendición y la paz de nuestro Señor Jesucristo se derramen sobre el mundo entero.
T: Envía, Señor, tu Espíritu y renueva la tierra con tu Presencia.
L: CONFESIÓN.
Reconocemos ante el Señor nuestra necesidad de sanación de cuerpo y alma; necesitamos reconciliarnos con Dios y con el prójimo.
(Pausa para confesarse en silencio ante Dios y recibir su absolucion)
L: Reconozcamos también su misericordia, creyendo y confiando en el perdón. Señor, ten piedad
T: Cristo, ten piedad
L: El Señor todo misericordioso perdona nuestras culpas, sana nuestras heridas y nos guía por el camino hacia la vida verdadera.
T: Amén
L: OREMOS.
Dios Padre y Madre, Fuente de la Vida, que has querido hacerte para nosotros pan de vida, ven a bendecir nuestra vida, transfórmala en vida eterna para la salvación del mundo y haz que vivamos dándonos vida mutuamente. Por Jesucristo Nuestro Señor.
T: Amén
L: LECTURA DE CARTA APOSTÖLICA. (Corintios 11, 23-24)
Lo mismo que recibí y que venía del Señor os lo transmití a vosotros: que el Señor Jesús, la noche en que iban a entregarlo, tomó un pan, dio gracias, lo partió y dijo: - Esto es mi cuerpo, esto es mi vida, que se entrega por vosotros. Haced lo mismo en memoria mía.
L: SALMO DE RESPUESTA A LA PALABRA. Entonamos juntos (o cantamos):
T: Donde hay caridad y amor, allí está Dios. Nos congregó en la unidad del Espíritu el amor de Cristo.
L: Del Evangelio según Juan
Hijos míos, ya me queda poco que estar con vosotros. ..Os doy un encargo nuevo: que os améis mutuamente, igual que yo os he amado, es decir, con el Espíritu de amor que derramaré sobre vosotros y os hará capaces de amar. En esto conocerá el mundo que sois mis discípulos: en que os tenéis amor entre vosotros...Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida...Dentro de poco, el mundo dejará de verme; vosotros, en cambio, me veréis, porque de la vida que yo tengo viviréis también vosotros. Aquel día comprobaréis que yo estoy identificado con el Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros.
L: OFREZCAMOS LA VIDA COTIDIANA.
Recibe, Señor este pan y esta copa que representan nuestra vida diaria, sus penas y alegrías, éxitos y fracasos, salud y enfermedad, gratitud y sufrimientos, deseos y súplicas. Envía tu Espíritu, para que consagre y transforme esta ofrenda para que se convierta en vida de Cristo para nuestra salvación y la de todo el mundo.
T: Bendito seas por siempre, Señor
L: INVOQUEMOS AL ESPÍRITU PARA QUE TRANFORME TODA VIDA EN VIDA ETERNA.
L: Ven, Espíritu de Vida, bendice y consagra estas ofrendas para que se conviertan en vida de Jesucristo y realicen su Presencia entre nosotros. Recordamos su Palabra creadora que nos dice: Esto es mi cuerpo, esto es mi vida para daros vida. Te damos gracias Señor, Vida de nuestra vida y creemos que Tú eres El Que Vive y está realmente Presente entre nosotros.
T: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús, ven en cada momento a nuestra vida.
L: ORACIÓN DE JESÚS Y BRINDIS DE COMUNIÓN
L: Decimos la oración que nos enseñó Jesús:
T: PADRE NUESTRO, QUE ESTÁS EN EL CIELO...
L: Señor, tú tiene palabras de vida eterna y eres pan de vida. Deseamos recibirte y que nos recibas dentro de ti.
T: Señor, no soy digno/a de que entre en mi casa, mas dí una sola palabra y bastará para sanarme
L: Brindamos con gratitud al recibir el cuerpo resucitado que nos une con la vida de Cristo.
T: Amén, amén. Creemos que asi es. Pedimos que así sea. Amén.
L: INTERCESIONES.
L: Te damos gracias, Señor, por el pan de tu palabra y la vida de tu pan. Te rogamos por la salud de toda vida y la convivencia en paz del mundo entero. Bendice nuestra cena y nuestra familia; envíanos a compartir el evangelio y darnos vida mutuamente. Ponemos ante Ti nuestras súplicas por la salvación de toda vida.
L: Por la paz entre todos los pueblos, por la salud de toda vida, por las víctimas vías y difuntas de la pandemia, por la convivencia solidaria de toda la humanidad, por la unión de las iglesias, por la liberación de todas las personas oprimidas, empobrecidas, excluidas o discriminadas, por las víctimas de odios, guerras y violencias, por las necesidades de nuestras familias y comunidades, por nuestros difuntos y en unión con ellos... Roguemos al Señor:
T: Te rogamos, óyenos
L: Terminamos rezando el Ave María y Gloria.