¿Cómo son los controles para entrar en la larga "fase de convivencia" con el coronavirus en Roma? RD vuelve a entrar, con mascarillas y control de temperatura, en la basílica de san Pedro
Con una misa de Francisco en homenaje a san Juan Pablo II, la Basílica más grande del mundo retomó las celebraciones. No vimos más de 40 personas al mismo tiempo
Con franjas amarillas en el suelo para marcar el distanciamiento, con el nuevo sistema de ingreso los fieles pasan primero por el escáner térmico para descartar el ingreso a las personas que tengan más de 37.5 grados y luego un segundo control va regulando el pase de los visitantes hacia el escáner clásico
Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano
Después de un meticuloso trabajo de desinfección con hipoclorito que buscó no dañar sus tesoros internos, la Basílica de San Pedro volvió a abrir sus puertas al público y estrenó las nuevas normas de higiene que, por el momento, llegaron para quedarse a las cuatro Basílicas Papales y a las más de 300 Iglesias de la "ciudad eterna".
A media mañana, la recorrida de Religión Digital por San Pedro confirmó la implementación de las medidas que el Vaticano había anunciado los días previos: control de temperatura para el ingreso, y un nuevo recorrido de entrada a través del lado derecho de la columnata y no a través de la interminable fila que se formaba alrededor de la Plaza San Pedro.
Con franjas amarillas en el suelo para marcar el distanciamiento, con el nuevo sistema de ingreso los fieles pasan primero por el escáner térmico para descartar el ingreso a las personas que tengan más de 37.5 grados y luego un segundo control va regulando el pase de los visitantes hacia el escáner clásico, donde sigue siendo de rigor someter los objetos personales al detector de metales.
"¡Que la mascarilla cubra nariz y boca!", era el pedido enfático de los gendarmes y guardias suizos durante todo el proceso de controles.
Mascarillas obligatorias
Ya avanzando por el costado de la Plaza, la nueva cartelería recuerda la obligatoriedad de las mascarillas y de la distancia personal de un metro. Además, justo antes de subir las escalinatas hacia el ingreso de la Basílica, un dispensador ofrece alcohol en gel y desinfectante. Cuando ya se llega a la explanada, el nuevo panorama es imponente: de un lado la Basílica; del otro, la Plaza totalmente vacía.
Nuestro corresponsal en Roma, Hernán Reyes, entra, dos meses después, en la #basilicadesanpedro. Pasen y vean @ReligionDigit@BastanteJesus@JosMVidal1@vatican_va_es@Pontifex_espic.twitter.com/CS1kczxFhU
— Religión Digital (@ReligionDigit) May 18, 2020
Dentro de una Basílica en la que RD no vio más de 40 personas al mismo tiempo, los pocos fieles que estos días vayan ingresando gozarán, por ejemplo, de poder ver La Piedad sin las aglomeraciones usuales en la época pre-Covid. Incluso se puede llegar caminando hasta justo debajo del altar principal y quedar en la puerta de la escalera que desciende a la tumba de San Pedro.
Por el momento, será un placer único para los romanos: Italia recién permitirá la llegada de visitantes desde otras regiones y de otros países de la Unión Europea a partir del 3 de junio.
En las capillas de los altares secundarios la actividad volvió con las nuevas normas: distancia interpersonal, y comunión en la mano. Siempre con la ya infaltable mascarilla.
Salida por el arco de las campanas
La otra gran novedad es la nueva disposición de la salida, permitida únicamente a través de un corredor sobre el lado izquierdo de la Plaza San Pedro, en el camino que desemboca en el Arco de las Campanas y que suelen usar los jefes de Estado en visita oficial durante sus entradas al Vaticano.
La de este lunes fue además la última de las misas matutinas celebradas por Francisco y transmitidas en directo por los canales de streaming del Vaticano, que comenzaron el 9 de marzo pasado, tras la suspensión de las celebraciones a causa de la pandemia de la Covid-19.
El primer paso para que hoy los fieles de toda la ciudad pudieran volver a comulgar lo dieron la semana pasada El Ejército italiano y la empresa municipal de limpieza, AMA, que se encargaron de la desinfección de las 337 iglesias de la diócesis de Roma.
En el resto de las Iglesias de Italia, este lunes iniciaron las misas con público, con capacidad máxima de 200 personas y la prohibición de los coros durante las celebraciones, entre otras medidas de seguridad.
