El pronóstico sigue siendo "reservado", aunque el Papa "permaneció alerta, orientado y cooperativo" El Papa sufre "dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda"
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El Papa ha sufrido "dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo"
Se le realizaron "dos broncoscopias con necesidad de aspiración de secreciones copiosas" y se "reanudó la ventilación mecánica no invasiva"
Nuevo parte médico (o más bien de la Sala Stampa) de la tarde, que, como siempre, suele ser más amplio y explícito que el de la mañana, que se limitó a decir que el el Papa Francisco "descansó bien toda la noche". Y hay un nuevo retroceso: El Papa ha sufrido "dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo".
Se le realizaron "dos broncoscopias con necesidad de aspiración de secreciones copiosas" y se "reanudó la ventilación mecánica no invasiva".
La consecuencia es que el pronóstico sigue siendo "reservado", aunque el Papa "permaneció alerta, orientado y cooperativo".
"Los valores de los análisis de sangre no cambian, lo que revela la ausencia de leucocitosis. Este es un dato positivo porque demuestra que no hay una nueva infección, sino que la acumulación de moco es consecuencia de una neumonía. Las dos crisis de hoy se debieron a la reacción de los bronquios que intentan expulsar la mucosidad que se acumula para eliminar las bacterias. El cuadro del estado clínico del Papa sigue siendo, por tanto, complejo, con una situación abierta a criticidades como las ocurridas esta tarde", señala el parte vaticano.
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Parte médico
El Santo Padre presentó hoy dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo.
Por ello, se realizaron dos broncoscopias con necesidad de aspiración de secreciones copiosas.
Por la tarde, se reanudó la ventilación mecánica no invasiva.
El Santo Padre permaneció alerta, orientado y cooperativo en todo momento.
El pronóstico sigue siendo reservado.
El pontífice, de 88 años, se encuentra ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero por una bronquitis con infeción polimicrobiana a la que se sumó una neumonía bilateral.
El pronóstico sigue siendo "reservado", es decir, que los médicos no aclaran la posible evolución de su estado clínico
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