En Níger los cristianos son víctimas colaterales

Hace un año la mayoría de iglesias de Níger fueron saqueadas, arrasadas e incendiadas. Hasta ese momento cristianos y musulmanes habían convivido pacíficamente en este país del occidente africano. ¿Cuál fue la causa de ese cambio?

Los católicos nigerianos colaboraban con musulmanes, en la comisión interreligiosa, tanto en educación como en acciones solidarias, pues en Níger hay muchos desafíos. Níger es uno de los países más pobres del mundo. El 98%de sus 17 millones de habitantes confiesan el Islam. Hay una pequeña comunidad católica, de unos 21.000 fieles, que viven en dos diócesis.

El 7 de enero se había producido el ataque terrorista a la redacción del semanario satírico francés “Charlie Hebdo” y eso produjo un gran shock.

¿Por qué nos atacaron, si nos entendíamos tan bien?, se pregunta el obispo Mons. Ouédraogo. Para él, la única explicación es que para aquellos que saquearon las iglesias los que habían hecho caricaturas del profeta Mahoma en Charlie Hebdo eran cristianos. Y eso hace que los cristianos nigerinos sean “víctimas colaterales”.

A partir de lo ocurrido el obispo nigeriano lanza una reflexión provocadora a los europeos: “la libertad de prensa en Europa es algo magnífico; pero hay que tratar cuidadosamente esa libertad y ser consciente de las repercusiones en otros países. Europa no es África y África no es Europa, porque las sensibilidades son distintas”.

Tras la destrucción de sus templos los católicos se reúnen a celebrar la misa al aire libre o en salas que preparan y decoran ellos mismos. Los terribles acontecimientos han hecho aumentar su fe, dice Ouédraogo. “Se han vuelto comunidades vivas, y creo que esto es una gracia”.

Muchos musulmanes no saben cómo deben comportarse con los cristianos después de estos atentados. “Les supera (dice este obispo). Sienten lo que ha sucedido, pero no pueden expresarlo oficialmente”.

Bastantes musulmanes se han admirado de que los obispos católicos perdonen a aquellos que les han causado sufrimientos. “Han incendiado nuestras iglesias, pero en nuestro corazón todavía arde el amor por ellos. Cristianos o musulmanes: Dios quiere la felicidad de todas las personas”.
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