¿Cómo debe ser un buen político?
El vocablo
"maestro" proviene del latín "magister" y este, a su vez, del adverbio "magis" que significa "más" o "más que".
En consonancia con este significado el "magister" era, en la antigua Roma, el que estaba por encima del resto, en base a sus conocimientos y habilidades.
El vocablo
"ministro" también proviene del latín. Su origen es "minister" y este, a su vez, está relacionado con el adverbio "minus" que significa "menos" o"menos que".
En consonancia con este significado el “minister” era, en la antigua Roma, el sirviente o el subordinado que apenas tenía habilidades o solo era hacendoso.
Interpretado en clave humorística podríamos concluir que el latín explica la razón por la que cualquier imbécil puede ser ministro, pero no maestro.
Dejando a un lado el paréntesis humorístico propongo que interpretemos la referencia anterior al latín para pedir y exigir que en las próximas elecciones
los políticos que nos representen sean y actúen como maestros que velan por el bien común.