El Oriente Medio es una región marcada por los conflictos y la división. En la página web del Patriarcado Caldeo de Babilonia, mar Sako afirma que la Iglesia está lista para trabajar con los líderes musulmanes y la sociedad civil para promover la convivencia en Irak. ¿Cómo hacerlo?

Conocemos el drama de los refugiados de Mosul y la llanura de Nínive, que desde hace dos años y medio esperan volver a sus hogares y tierras, saqueados por los yihadistas del Estado Islámico. Conocemos la guerra de Siria. Pero no solo Irak y Siria sino toda la región de Oriente Medio son presa de guerras, bombardeos y divisiones que podrían desencadenar un clima de conflicto permanente.

El patriarca caldeo mar Louis Raphael I Sako propone llevar a cabo un acuerdo nacional auténtico y armonioso, que permita construir una sociedad civil fuerte y promover una cultura que tenga por objetivo recuperar los valores humanos y morales sobre los que se funda todo Estado.

Propone que ese Estado civil fuerte revolucione el sistema educativo, que en muchos casos es en sí mismo un presagio de una ideología fundamentalista.

Propone luchar contra la mentalidad tribal, que prevé la “venganza” para sanar los desacuerdos, sustituyéndola por una cultura de apertura que se base en auténticos valores humanos y morales, integrados en la sociedad en la que se funda.


Propone a los creyentes intensificar sus oraciones para poner fin a la violencia y el sufrimiento.


Propone, a todos los que creen en la paz, predicar con el ejemplo, participando en actividades humanitarias, educativas, sociales, sanitarias y políticas, para contribuir a la difusión de la tolerancia, la cooperación y el respeto mutuo, en un contexto de unidad y pluralismo.


¿Quién ha dicho que no hay soluciones?

¿Quién dice que no hay esperanza?