Nuevo Cántico de las Criaturas
El 11 de enero de 2025 se inauguró oficialmente el VIII Centenario del Cántico de las Criaturas, en el santuario de San Damián en Asís. Estuvieron presentes los Ministros generales de la 1a Orden, el de la Tercera Orden Regular y de la Orden Franciscana Seglar, junto a la Presidente de la Conferencia de las Hermanas Franciscanas.
Para conmemorar este hecho tan significativo, querría contribuir humildemente con este texto, que es una paráfrasis del sublime Cántico de Francisco, que se hizo uno con toda la Creación y con las personas más empobrecidas y excluidas de su sociedad. Con enorme agradecimiento al buen hermano menor, por lo mucho que nos enseñado e iluminado con su vida.
Nuevo cántico de las criaturas
Oh Profundidad, Fragilidad del Amor, infinita Ternura y Bondad,
por ti vivimos, en ti adquiere consistencia toda la realidad,
bendecirte es concretar en el día a día tu misericordia y tu presencia,
siendo la sencillez lo que ofrece valor y dignidad a nuestra existencia.
Que te alabe todo lo creado en el universo por amor y,
en nuestra galaxia, quien nos da luz y vigor, el hermano Sol,
pues nos despierta al alba y nos invita a gozar del asombro y la belleza,
llevando a la cotidianidad la buena noticia de tu constante gentileza.
También por la que protege nuestros sueños, la hermana Luna y su halo,
y por las nebulosas, los planetas, las estrellas que has creado,
que nos invitan al asombro y la contemplación, brillando
aunque ya hayan desaparecido en su última y definitiva explosión.
Por la hermana agua que forma las tres cuartas partes de nuestro cuerpo,
que es imprescindible para la vida, que nos salta desde dentro,
y por el hermano fuego, por su lumbre, sus brasas y su llama,
imagen de la luz, de la hoguera que arde dentro de quien ama.
Por la hermana Tierra, de la que formamos parte, nuestro hogar,
la Madre Tierra que nos enseña a alabar, dar gracias, cuidar,
pues nos regala el agua, el oxígeno, el alimento para sobrevivir,
y por las montañas, los mares, las flores y sus colores, que nos hacen sentir.
Por todas las personas que se dan a los demás sin despertar la admiración,
quienes sufren persecución por la justicia y responden con el perdón,
¡felices quienes han descubierto la verdadera alegría de ser pleno y veraz
antes que poseer; de sanar, de liberar, porque recibirán consuelo y paz!
No damos gracias por la muerte temprana, injusta, dolorosa, homicida,
a la que hay que combatir hasta llegar a dar incluso la propia vida.
Nos sentimos en armonía, cuando nos llega la hermana muerte a reclamar,
si sabemos que la vida sigue y que, sin saber bien cómo, vivimos para resucitar.
Felices las personas para quienes la voluntad de Dios no es estar sometidas,
sino ser felices y en ello se empeñan sanando a los demás de tantas heridas,
siendo sencillos y alegres, danzando al son del universo y su canción,
agradecidos y alabando cada momento que vivimos con ternura y pasión.
Todos estamos invitados a respirar pura alabanza junto a toda la creación,
y a derramar lágrimas de alegría ante tanta belleza, con humildad de corazón,
porque el universo es inmenso, hermoso, y el buen Dios nos hace una propuesta:
bendecirle siempre en cada criatura, para acudir todos como hermanos a su fiesta.