"No es alegría por la tradición, sino una pura muestra de clericalismo", escribe en su autobiografía Francisco ajusta cuentas con los tradicionalistas: "A veces estas vestimentas esconden graves desequilibrios"
"Es realmente extraña esta fascinación por lo incomprensible, por el sonido misterioso, que a menudo despierta el interés de las generaciones más jóvenes", dijo el Papa. "Y esta actitud rígida suele ir acompañada de prendas preciosas y caras, con bordados, encajes y estolas", escribe el Papa en "Esperanza", su autobiografía
“A veces estas vestimentas esconden graves desequilibrios, trastornos afectivos, problemas de conducta o un malestar personal que puede ser aprovechado”, escribe el Papa. Según sus propias declaraciones, ha tenido que afrontar este problema en cuatro casos durante su mandato, tres de ellos en Italia y uno en Paraguay
(Katholisch).- El Papa ha criticado duramente a los representantes de la Iglesia ultraconservadora que todavía se adhieren a la llamada Misa Antigua. Francisco había restringido severamente este servicio, que el sacerdote celebra, entre otras cosas, en latín y de espaldas a la gente de la iglesia. En su autobiografía "Esperanza" (Plaza & Janés), publicada el martes, justifica esta controvertida decisión afirmando que no sería beneficioso que la liturgia se convirtiera en una cuestión de ideología.
"Es realmente extraña esta fascinación por lo incomprensible, por el sonido misterioso, que a menudo despierta el interés de las generaciones más jóvenes", dijo el Papa. "Y esta actitud rígida suele ir acompañada de prendas preciosas y caras, con bordados, encajes y estolas". Esto no es una alegría por la tradición, sino una pura muestra de clericalismo, no un retorno a lo sagrado, sino más bien una modernidad sectaria, critica Francisco.
Trastornos afectivos y problemas de conducta
“A veces estas vestimentas esconden graves desequilibrios, trastornos afectivos, problemas de conducta o un malestar personal que puede ser aprovechado”, escribe el Papa. Según sus propias declaraciones, ha tenido que afrontar este problema en cuatro casos durante su mandato, tres de ellos en Italia y uno en Paraguay.
Siempre fueron diócesis que aceptaron candidatos al sacerdocio que ya habían sido rechazados por otros seminarios. “Por lo general, hay algo malo en estos candidatos, algo que los lleva a ocultar su personalidad detrás de conceptos rígidos y sectarios”, advierte el Papa.
Describe como “hipocresía” la resistencia dentro de la Iglesia a abrir los sacramentos a los divorciados vueltos a casar y bendecir a los homosexuales. "El tradicionalismo, la insistencia en el 'atraso' que surge cada siglo, es un fenómeno sociológicamente interesante, ya que siempre se refiere a una época supuestamente perfecta, que cada vez es diferente", escribe este hombre de 88 años.
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