Valorar lo que vale de verdad

Llegan para muchos unos días de vacaciones y puede ser un buen momento para hacer un alto en el camino, reconducir nuestra vida y valorar lo que vale de verdad.

Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas.

Empezamos el trabajo deseando llegue la hora de la salida. El lunes añorando el viernes.

Nos pasamos la vida esperando a terminar los estudios, a conseguir un trabajo; a promocionar; a adelgazar; a que lleguen los hijos; a que se vayan; a jubilarnos….

Hemos aprendido a ganarnos la vida pero no a disfrutarla. ¿Qué queremos?

El deseo y la felicitación que quiero trasmitirte es que estos días de vacaciones haya en tu vida algo más que regalos materiales que comprar. Que sean momentos para liberarte de miedos y tensiones acumulados. De recuperar la confianza perdida.

Cultiva, alimenta y despierta amistades adormecidas. !Ese es el regalo que te recomiendo! Será la forma de lograr una perspectiva más amplia del mundo y de nosotros mismos. De prepararnos para volver un día al trabajo con entusiasmo renovado.

MORALEJA

La felicidad no es un camino ni un lugar. Está en cosas pequeñas y hermosas; está dentro de nosotros.

¡Échale ganas y no la desperdicies! Vive alegre y en paz. Contigo mismo y con Dios.
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