Quizás no seamos responsables de nuestras emociones, pero sí de cómo las gestionamos y de lo que hacemos con ellas.
Puesto que la felicidad no es un lugar hacia el cual nos dirigimos en nuestro viaje vital sino el modo de hacer el viaje te propongo que elijas:
Amar en lugar de odiar
Perseverar en lugar de llorar
Crear en lugar de destruir
Buscar en lugar de renunciar
Alabar en lugar de criticar
Curar en lugar de herir
Actuar en lugar de aplazar
Crecer en lugar de empequeñecerte
Bendecir en lugar de blasfemar
Vivir en lugar de morir.
Es mi deseo para mi mejor mitad en su cumpleaños