El Presidente de México lleva cerca de su corazón un “detente” El amuleto religioso de AMLO, un líder de izquierdas
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, suele llevar consigo, como ha mostrado en múltiples ocasiones a sus seguidores, algunos amuletos
La representación del corazón de Cristo, a menudo atravesado por flechas, coronado o rodeado de llamas se entiende como amuleto a partir del deseo de quien lo porta de lograr la protección divina de los enemigos
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, suele llevar consigo, como ha mostrado en múltiples ocasiones a sus seguidores, algunos amuletos. Tanto es así, que la gente, cuanto tiene la oportunidad de saludar al político de izquierdas, se los regala. Entre ellos, un objeto que AMLO siempre lleva en la cartera, guardándolo en el bolsillo cercano al corazón, es un “detente del Sagrado Corazón de Jesús”, una estampa con este símbolo religioso.
“Detente enemigo malo”
La representación del corazón de Cristo, a menudo atravesado por flechas, coronado o rodeado de llamas se entiende como amuleto a partir del deseo de quien lo porta de lograr la protección divina de los enemigos. Llevándose lo más cerca del corazón que se pueda, para representar la proximidad con el corazón de Cristo, en estas estampas se puede leer un mensaje como el siguiente: “Detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo”.
Como recoge Milenio, este sentimiento atávico (el de sentir protección por la intermediación de amuletos religiosos) también se basa, en el caso de los detentes, en la sentencia de San Pablo: “tened en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en el suyo”.
Representación, para todas las civilizaciones, de la interioridad del hombre, el corazón ha funcionado siempre como centro de iluminación
El corazón, centro de iluminación
Muy populares en países latinoamericanos como México, los amuletos religiosos suelen portar imágenes de santos o de símbolos relacionados con lo sagrado. En el caso del Sagrado Corazón, ¿por qué se representa este órgano vital, a menudo sin nada más, ni siquiera el rostro de Cristo?
Entre la cabeza y el sexo siguiendo una línea vertical, el corazón era para los griegos el centro del cuerpo humano y, por ello, representaba el "centro" espiritual. De la misma manera, era el único órgano que los egipcios dejaban dentro de la momia, creyendo que albergaba el alma. Representación, en definitiva, para todas las civilizaciones de la interioridad del hombre, el corazón ha funcionado siempre como centro de iluminación, por lo que en la tradición cristiana no sorprende que al corazón de Cristo se le represente ardiendo o coronado de luz.
Un alegato contra los muros
Los amuletos se encuentran en el borde que separa nuestras expectativas de nuestra esperanza. Dentro del modo en que nos habemos con ellas, estos objetos votivos (de ofrenda) o apotropaicos (de protección) en términos iconográficos, cumplen su función.
Al presidente de México nunca le ha importado que se conozca su costumbre de llevar amuletos, creencia para algunos y superstición para otros. Llegando a mostrar a la población algunos cuyo significado se lo ha conferido él mismo. López Obrador, por ejemplo, lleva en la cartera también un dólar estadounidense que, según sus declaraciones, le regaló un migrante. Tal vez sea ese billete, para el presidente del país que hace frontera con EEUU, un alegato contra los muros. Un símbolo del derecho a la igualdad y a poder migrar para luchar por ella.