Ante la negociación en el seno de la UE por los fondos post-Covid 19 Gobernar es negociar para construir
La socialdemocracia europea seguro que celebrará la vuelta a los principios socialdemócratas del actual Presidente de Gobierno de España y un número muy alto de españoles también
El debate que se está dando en Europa en estos momentos entre los líderes políticos es precisamente el de la credibilidad y el de la sensatez
Europa, llevamos siglos intentando construir una idea que nos ayude a quienes, por historia y por vocación, queremos sentirnos europeos.
Hemos vívido crisis, tenido luchas y ocupado territorios hasta que nos dimos cuenta, después de la II Guerra Mundial, que teníamos que cambiar el proceso para lograr alcanzar una unión que nos ayudara a construir un espacio de entendimiento y de paz. Un lugar excepcional para vivir, y una relaciones políticas y económicas que nos ofrecieran progreso y bienestar.
Pongo seguidamente sus nombres porque creo que la gran mayoría de las personas nos hemos podido olvidar de los mismos, inclusive muchos de quienes ejercen la política ni siquiera saben quiénes han sido y qué han representado para la Europa de la que disfrutamos. Konrad Adenauer, Joseph Bech, Johan Willem Beyen, Winston Churchill, Alcide De Gasperi Walter Hallstein, Sicco Mansholt, Jean Monnet, Robert Schuman, Paul-Henri Spaak, Altiero Spinelli. Hay una publicación muy breve en número de páginas que explica de manera rápida lo que estos nombres supusieron para la construcción de Europa, lleva por nombre: Comprender las Políticas de la Unión Europea.
Estoy convencido que desde el viernes pasado hasta hoy domingo estarán observando atentamente lo que nuestros actuales mandatarios europeos están debatiendo. Está claro que para construir hay que negociar, y hay que hacerlo desde la honestidad y con la voluntad de ayudar a construir una sociedad más justa y equilibrada. Europa puede salir fortalecida; pero lo tiene que hacer atendiendo a unas líneas de cooperación en la que todos los países que la configuran sientan que cada uno de los mismos ha cumplido con los compromisos adquiridos y ha hecho los deberes, porque de lo contrario lo que se genera es desconfianza.
Construir conlleva dinamismo y visión de futuro; pero la construcción de un proyecto solamente puede hacerse basándose en un presente creíble y sensato.
El debate que se está dando en Europa en estos momentos entre los líderes políticos es precisamente el de la credibilidad y el de la sensatez.
No me cansaré de advertir que en España podríamos disponer de un gobierno apoyado en una mayoría muy estable, es la misma mayoría existente en Europa. Gobiernos de coalición entre socialdemócratas, socialcristianos y liberales.
Si el Presidente Sánchez se hubiera presentado con esta carta de identidad la negociación, en estos momentos, sería mucho más fácil porque tendría credibilidad y, sobre todo, el reconocimiento por parte de los socios europeos de que nos promocionábamos con un proyecto político y económico construido desde la sensatez.
Me parece increíble, dada la situación económica que estamos viviendo y la incidencia del coronavirus en nuestra vida diaria, que no se haya trabajado un proyecto o propuesta para presentar en Europa, entre el Partido Socialista, el Partido Popular y Ciudadanos. Bueno, aquí hay que decir, lo escribo con pena, mucha pena, que quien se ha negado a ello ha sido Pedro Sánchez; el PSOE que yo reconozco nada tiene que ver con el Partido que está intentando liderar el actual presidente de nuestro Gobierno. No me extraña que socios europeos socialdemócratas que ha visitado Sánchez en estos días no le hayan escuchado con atención.
Le guste o no a Pedro Sánchez, si queremos el dinero de Europa, serán los socios comunitarios quienes nos marcarán el camino. En Europa, aunque no queramos reconocerlo, hemos acordado una cesión económica y, la economía es el eje que vertebra la existencia de una Europa del Bienestar.
La realidad es tozuda, decimos en Aragón, por esta razón la postura de los países de la Unión Europea, con fuerza política y solvencia económica, marcarán a otros que no habíamos hecho del todo bien los deberes.
Sánchez sabe que, de haberse presentado con los deberes hechos y acordados con el Partido Popular y Ciudadanos, su propuesta podría haber sido mejor recibida; pero, claro, no sería la que actualmente lleva, ya que tendría alguna matización al haber aceptado que los populares y los liberales aportaran ideas a la misma. En definitiva, voluntad de trabajar en equipo.
Gobernar es negociar para construir. La manera de ejercer una acción de gobierno viene marcada por la realidad económica y por la situación social. En una situación sin coronavirus, a lo mejor los postulados de Pedro Sánchez se podrían haber desarrollado sin excesivos problemas; pero con una pandemia, encima de la mesa de gobierno, todo cambia; por esta razón si estaba más que justificado después de las últimas elecciones generales que la suma del Partido Socialista, del Partido Popular y de Ciudadanos era la opción que habíamos votado la mayoría de los ciudadanos; hoy, con el covid acechándonos, es la única manera de gobernar.
El Partido Popular está abierto a pactos y a construir unos presupuestos generales con el Partido Socialista, cuenta esta voluntad con el empuje y el empeño de Ciudadanos ¿por qué no es posible? Claro que hay que negociar, lo cual supone construir un proyecto creíble y factible, ya que negociando se ejerce una política sensata y equilibrada. Es una negociación entre partidos con una gran representación en Europa.
No estamos para perder mucho el tiempo. No lograr alcanzar un acuerdo eficiente y eficaz para España, llevará a fracasar en la elaboración de los presupuestos generales del Estado. Aquí otro dilema ¿se puede seguir gobernando con presupuestos prorrogados? Claro que se puede; pero no se debe, con lo cual aparecería, de nuevo, la necesidad de hacer elecciones ¿Quién sería responsable de esta situación? Aquí surgirán opiniones y opiniones; pero el único responsable es quien ha dicho que no negociará nunca con el Partido Popular. Sin embargo en Europa no queda más remedio que negociar con un Partido Popular fuerte y bien asentado que, además, tiene un buen entendimiento con los liberales y los socialdemócratas.
Un pacto con el PP y Ciudadanos para Pedro Sánchez hubiera supuesto un soporte más fuerte y resistente. No entendemos, la gran mayoría de los habitantes de España, que nuestro Presidente esté tan obcecado en una postura imposible de sostener. Si quiere construir no va a tener más remedio que negociar con el Partido Popular y Ciudadanos unos presupuestos que sean creíbles, en primer lugar para el progreso de los españoles y en segundo lugar para que los fondos europeos puedan llegar de manera adecuada y rápida. No estamos para perder el tiempo, vuelvo a repetir, porque cada día que pasa nos hallamos ante un problema sin resolver y no aportar soluciones adecuadas puede suponer la ruina de muchas personas. Nos jugamos algo más que las negociaciones basadas en principios ideológicos, nos jugamos el presente y el futuro del bienestar de las personas que configuramos España, en esta tesitura perdemos todos.
No hay futuro si no somos capaces de negociar y no se puede construir un presente sin futuro. Europa no es el problema, el problema podemos ser nosotros mismos. La socialdemocracia, la democracia cristiana y los liberales siempre se han entendido ¿por qué en España no? No obstante, Galicia y el País Vasco son quienes en estos momentos pueden quitarle el sueño al aparato del Presidente de Gobierno, que sumado a las circunstancias de Europa hagan que Pedro Sánchez de un paso al frente y pacte unos presupuestos con el Partido Popular, PNV y Ciudadanos; si es de esta manera triunfaremos en Europa, tendremos capacidad de negociación y construiremos un presente con visión de futuro. La duda es en estos momentos si Pedro Sánchez está dispuesto a ello. La socialdemocracia europea seguro que celebrará la vuelta a los principios socialdemócratas del actual Presidente de Gobierno de España y un número muy alto de españoles también.