El debate entre la Concertada y la Escuela Pública es anticuado y atemporal ¿Por qué?

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Responder a una pregunta que discrimina a la enseñanza concertada supone situarse ante una realidad política que, más que buscar acercar posturas, pretende querer orillar a infinidad de entidades y personas

¿Están los políticos, los que ahora gobiernan y quienes están en la oposición, y las instituciones de la escuela concertada, dispuestos a realizar un proyecto conjunto?

¿Qué partido político puede negarse a este modelo y qué entidad privada no apoyaría al mismo? El debate está servido

Responder a una pregunta que discrimina a la enseñanza concertada supone situarse ante una realidad política que, más que buscar acercar posturas, pretende querer orillar a infinidad de entidades y personas.

Lo de trabajar en equipo y buscar vías de entendimiento no es una práctica habitual entre quienes gobiernan y quienes ejercen la oposición, salvo en contadas ocasiones.

Produce una gran tristeza lo que la coalición de nuestro gobierno pretende hacer con la enseñanza concertada, la orilla y, no se sabe muy bien el porqué le priva de un dinero que pertenece a todos los españoles que, con nuestros impuestos, sostenemos el estado del bienestar.

La enseñanza concertada realiza una gran labor social, una Diputada, la Señora Ana María Oramas, lo ha dicho claro y bien. Su intervención es digna de difusión y elogio, sin miedos ni medias tintas ha expresado lo que sabemos y pensamos infinidad de españoles.

Es sectaria la postura de este gobierno y me entristece. Su manera de pensar se aleja del sentir de la mayoría de personas que configuramos este país. Las explicaciones de la Ministra de Educación, que por cierto se formó en la escuela concertada, no tienen ningún sentido ni se sostienen en un país que lo que debe de buscar es el entendimiento social.

La enseñanza concertada ha ayudado a socializar la educación en esta España nuestra, en donde lo que deseamos es vivir en concordia, ayudando a construir un país abierto al mundo.

No se puede ideologizar lo que pertenece a todas las personas que formamos parte de esta sociedad. La educación es patrimonio exclusivo de quienes configuramos un país y nunca de los políticos que lo gobiernan. La educación precisa de un gran consenso y no puede ser una herramienta de adoctrinamiento y de manipulación. La educación nos convierte en seres libres y creativos en búsqueda del bien común.

¿Quién puede negar que la educación concertada no es pública? ¿Formarse en un centro concertado no es un proceso público? Además ¿qué político puede negar que infinidad de centros concertados están en barriadas humiles o en zonas deprimidas?

No tienen ningún sentido las explicaciones dadas por quienes están en este gobierno. Estoy convencido que la mayoría de las personas no compran el producto que nos están intentando vender. Esta medida no tiene ninguna lógica sensata y, además, discrimina generando una gran injusticia, esto no es justicia social; por cierto, término que utiliza últimamente mucho el Presidente Pedro Sánchez.

En este país precisamos de políticos con visión de futuro y con voluntad sincera de querer construir de manera conjunta proyectos con espíritu de equipo.

Cabe, desde esta dimensión, una pregunta ¿Por qué no evoluciona todo el sistema educativo en la generación de Conciertos Educativos? Sí, esta es la pregunta que todos los políticos, tanto de izquierdas como de derechas deberían de hacerse. Hagamos que cada Centro Educativo se convierta en un Concierto Educativo, que respondiendo a un marco normativo, Ley General de Educación y Ley Específica de cada Comunidad Autónoma, gestione de manera autónoma el Colegio o la Escuela.

El proceso es sencillo y viable si los políticos se ponen de acuerdo, en aras de la leyes antes mencionadas, se facilitaría la creación de Consorcios Educativos con autonomía de gestión. La financiación que recibirían sería muy transparente, en función del coste real de cada plaza educativa, desde la Administración Autonómica se pagaría a cada Centro Educativo o Consorcio Educativo, la cantidad resultante de multiplicar el número de alumnos del centro por el coste real de cada plaza ¿Habría algo más transparente que esto? Señalo que el Consorcio es una figura pública perfectamente realizable si existe voluntad política para ello.

La puesta en marcha de Consorcios haría posible que existiera una competencia sana y conveniente entre los Centros Educativos (Consorcios) porque haría fluir la creatividad de quienes tienen la responsabilidad de enseñar. Esto lanzaría a los colegios a una verdadera innovación, logrando que se convirtieran en espacios que generaran cultura. Sin duda habría menos fracaso escolar y podríamos situar a España en el país con una educación de altísimo nivel.

La verdadera revolución, que con tanta fuerza reclaman los partidos políticos, sería la puesta en marcha de Consorcios Educativos. Pero esto también es un reto para los equipos de titularidad de los Centros Concertados que deberían hacerse la siguiente pregunta ¿tendrían voluntad de desarrollar Consorcios Educativos? Hago la pregunta porque esto implicaría que en los equipos de gestión de estos Centros habría un equipo mixto, personas de la titularidad -Congregación, Instituto Religioso, Cooperativa, Fundación, etc..- y representantes de la Consejería de Educación de cada Comunidad Autónoma.

¿Están los políticos, los que ahora gobiernan y quienes están en la oposición, y las instituciones de la escuela concertada, dispuestos a realizar un proyecto conjunto?

Sorprende que con la tensión que ha marcado la agenda política de algunos partidos políticos y la llamada al diálogo de los representantes de la escuela concertada, no se haya avanzado hacia figuras jurídicas diferentes a las existentes. Aquí, también cabe otra pregunta, dirigida a la concertada: ¿quieren Vds. avanzar en la búsqueda de una solución conjunta con las Administraciones Públicas? Aquí tienen una posible solución: desarrollar Consorcios Socioeducativos.

La búsqueda del Bien Común, a la que apela el Papa Francisco y que en la Doctrina Social de la Iglesia está presente, podría ser la puesta en marcha de un proyecto conjunto entre las Administraciones Públicas y las Instituciones titulares de la Escuela Concertada.

Solución existe si queremos potenciar, a través del dialogo, una gestión innovadora como puede ser un Consorcio Socioeducativo, fíjense que digo socioeducativo. La educación tiene una dimensión social que ayuda a integrar a los educandos en un proyecto de convivencia que busca construir de manera conjunta un país o una sociedad; asimismo potencia en los educadores una voluntad de buscar nuevos métodos de enseñanza que fomenten la riqueza social que cada persona llevamos en nuestro cerebro y en nuestro corazón. En artículos anteriores he escrito sobre la relación existente entre ambos motores de nuestra vida; la interrelación existente entre ambos hace posible que cada persona sea un ser rico en creatividad potenciando con la misma una sociedad más justa. Esto aleja a cada persona del radicalismo y de la ideología destructiva, y logra que cada ser pueda desarrollar lo mejor que existe en su cerebro y en su corazón.

El debate entre la Concertada y la Escuela Pública es anticuado y atemporal. La Concertada es tan pública como la Escuela Pública, no tiene ningún sentido lo que está ocurriendo. Desde mi punto de vista ambos modelos de gestión están caducos y no responden a lo que una sociedad democrática precisa. Necesitamos ser un equipo que sabe trabajar conjuntamente. Precisamos de una nueva figura de gestión, ésta puede ser el desarrollar Consorcios Socioeducativos.

La respuesta al interrogante del titular de este artículo ¿Por qué? es sencilla: los políticos y la concertada están llamados a construir un modelo nuevo de gestión.

Esto también sirve para el desarrollo de una atención sociosanitaria y sanitaria.

Soy consciente que estoy señalando el punto nuclear en los modelos de gestión para potenciar un cambio; pero dejando claro que el modelo del consorcio es un modelo público. Así la pregunta final es ¿qué partido político puede negarse a este modelo y qué entidad privada no apoyaría al mismo? El debate está servido, efectivamente la creatividad hay que buscarla por ambas partes. No se nieguen unos o otros la posibilidad de cambiar el modelo de gestión, y avancen hacia nuevas figuras jurídicas, entre las cuales se encuentra el Consorcio Socioeducativo.

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