David López Royo El 50 es el número mágico

David López Royo
David López Royo

Nuestra democracia, el Estado Social y Democrático de Derecho nos garantiza la libertad. Una manera de ejercer este derecho es participar en un proceso electoral. Votar es un derecho, y sin dudarlo, un ejercicio de responsabilidad; pero, al mismo tiempo, este principio puede ejercerse o no, lo cual lleva a que quede reflejado en una alta participación o en un absentismo. Esto último es un punto que porcentualmente tendría que ser muy bajo; sin embargo, si hiciéramos un estudio del tanto por cien existente en las democracias en esta categoría no sorprendería el número de personas que no quieren ejercer, desde la libertad, este derecho, dándose un absentismo perenne que tiene tendencia a ir creciendo.

La libertad es la palabra clave porque sin libertad la democracia podría llegar a ser un reflejo efímero que nos llevaría a un sistema dictatorial donde el Estado se convierte en dueño de nuestros sueños y el imperio de la ley dejaría de existir, instaurándose un poder por encima del Poder Soberano que tienen los ciudadanos en una democracia. El Poder dejaría de ser del pueblo y se transformaría en el poder de la oligarquía política.

Ante un panorama en donde el Estado, que está sometido al imperio de la Ley, se transforma en un estado que es la ley, solamente les quedaría a los ciudadanos huir o exiliarse, esto es lo que está pasando en muchos países del mundo y es una las razones de los movimientos migratorios.

Un Estado sin Ley con mayúscula es un espacio abonado para la pobreza, la violencia y la muerte.

Por todo esto la participación en un proceso electoral ejerciendo el derecho al voto es muy importante que exista en un porcentaje muy elevado porque esto garantiza que el resultado es verdaderamente democrático. A más participación más democracia.

El próximo domingo, 19 de junio, en Andalucía hay una cita electoral y los ciudadanos de esta Comunidad Autónoma están llamados a ser ciudadanos libres a través del ejercicio democrático de depositar su voto en la urna correspondiente, así tenemos que la mesa electoral en donde se irá a votar es la atalaya de la democracia, es el atril en donde se ejerce el derecho fundamental de participar en el poder soberano que la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía han regalado, como un derecho, a quienes son habitantes de la Comunidad Autónoma de Andalucía y de una nación como España.

Hay que desear, por tanto, de que exista un alto porcentaje de andaluces que ejerzan, desde la libertad, el voto el próximo domingo, porque solamente de esta manera se estará asegurando la libertad que toda democracia debe de potenciar.

En Andalucía hay diversas opciones políticas como representación del propio deseo de los ciudadanos de ser plurales, así tenemos que sea posible la existencia de una amalgama de opciones a las que dirigir el voto y sentirnos representados por quienes han obtenido nuestra confianza. El artículo 6 de nuestra Constitución, esa Constitución que muchos quieren destruir, pero que gracias a la misma existen como partidos políticos, dice: “Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”.

Por esta razón es falaz y sin sentido lo que muchos políticos en cualquier campaña y, en concreto en la de Andalucía se está diciendo. Dicen barbaridades y falsedades.

Hay que partir del hecho que en virtud de este artículo constitucional y otros más de nuestra Constitución, si un partido concurre a unas elecciones es porque ha pasado el filtro correspondiente de nuestro sistema democrático.

Otro tema será el grado o el compromiso que las formaciones políticas que se presentan a unas elecciones tengan con la Constitución y con lo que ésta expresa en todos sus artículos y fundamentalmente en los que corresponden al Título I.

El filtro lo tienen que hacer los ciudadanos el día que vayan a realizar de manera práctica su derecho de voto.

Por esta razón las elecciones en Andalucía son tan importantes y si no ¿por qué están haciendo campaña los lideres nacionales de las principales fuerzas políticas?

Lo que se vota en Andalucía el próximo domingo sirve, además de ayudar a articular un partido con solvencia y fuerza suficiente para constituir un gobierno monocolor, para medir el grado de compromiso de las fuerzas políticas con la democracia.

Los ciudadanos andaluces van a manifestar en sus votos si existe un verdadero respeto a la Constitución española que posibilitó su Estatuto de Autonomía, y que hoy día les permite la posibilidad de ser una tierra creativa y próspera sabiendo que para alcanzar el bienestar necesario necesitan ser representados por políticos serenos, equilibrados y comprometidos que fomenten, apoyados en empresarios y emprendedores, crecimiento económico y social.

Los andaluces se consideran parte de una nación, sus gentes son ciudadanos universales y se hallan por distintas partes de España y del mundo por esta razón valoran, y mucho, el respeto a su tierra que es España.

Una vez que las urnas hablen el próximo domingo será el momento de establecer, por parte de las fuerzas políticas que representaran a los andaluces, a través de la delegación de poder que han realizado con su voto, qué gobierno es el más conveniente y qué fuerza política o fuerzas políticas podrán garantizar con más seguridad el verdadero objetivo y que no es otro que la generación de riqueza social.

Los ciudadanos estamos cansados de oír a los políticos decir barbaridades y tonterías, lo que importa es que se unan para defender la Constitución y para lograr que quienes tienen capacidad de inversión, es decir los empresarios, inviertan y generen trabajo, solamente de esta manera se logrará una verdadera redistribución de la riqueza.

La opción del Partido Popular es gobernar en solitario. El número de cincuenta representantes en el Parlamento andaluz será el número mágico, lo ideal sería alcanzar los cincuenta y seis; pero esto parece imposible, aunque no hay que descartarlo, para ello es necesario que la persona que vaya a depositar su voto, antes de hacerlo, haga una reflexión con respecto a lo que significa la libertad y decida emitir su opción a la fuerza política que más posibilidades tiene de gobernar en solitario.

Para lo anterior, deberá de tener presente cuánto cada partido cree de verdad en la Constitución y en lo que está significa para Andalucía. El dilema que pudieran tener lo pueden solventar dando la confianza al candidato o candidata que más les pueda garantizar una existencia digna en la que puedan desarrollarse como personas. Esto está recogido en el artículo 10 de la Constitución Española “la dignidad de la persona, a los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social”.

El candidato o candidata ideal no existe al ciento por ciento; pero sí existe la persona dispuesta a ser un servidor que crea en las posibilidades de su tierra a través de la gran riqueza humana que existe en Andalucía. Esa persona tiene que ser humilde, respetuosa, entregada, generosa, trabajadora y creer en España y en la Constitución. Andalucía es España y tiene un Estatuto Autonómico al que no se puede renunciar porque éste posibilita un autogobierno que, como dice la Constitución, genera libertad.

El número cincuenta es mágico como también lo es Andalucía.

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