Muchos políticos entran por la nuestra, repartiendo a manos llenas y prometiendo acabar con la miseria, y salen con la suya: la conquista o la conservación del poder. Hay lideres, pueden ser los mismos anteriores, que dicen si a todas las condiciones que les ponen para apoyarlos. Luego no les concede nada o solo aquello que le resulta imprescindible para que lo sigan apoyando, casi siempre mucho menos de lo prometido, pero más de lo que podría lograr en otra situación. Los adversarios suelen acusarlos de mentirosos porque “no cumple con su palabra” y de que “de tanto mentir se cree sus propias mentiras”. No. Se trata de actuar como el diablo de San Ignacio, de tratar con los demás como si fueran tontos. “El diablo entra por la nuestra para salir con la suya” dice San Ignacio en  “Libro de los Ejercicios y el dicho popular: “A los tontos se les da la razón y se le roba la cartera”. De lo que realmente se trata es de conquistar o conservar el poder. Todo lo demás, pan y circo, son maniobras para distraer al personal.