En este atípico inicio de la Semana Santa: "Los ramos sois cada uno de vosotros" Cardenal Osoro: "El Señor está a nuestro lado, ha entrado en Madrid y nos abraza"
El arzobispo de Madrid, en una catedral físicamente vacía, ha asegurado que "el grito de los discípulos en la entrada de Jesús en Jerusalén –'¡Bendito el que viene en nombre del Señor!'– es nuestro grito también hoy"
Jesús "rompe nuestros esquemas", según ha detallado, y con su pobreza "nos invita a vivir libres de toda ambición de poder, de toda ambición de tener, que es la que arruina este mundo"
Esta Eucaristía marca el inicio de las celebraciones de Semana Santa en la catedral, que se podrán seguir desde casa por internet o televisión y contarán con lenguaje de signos
Esta Eucaristía marca el inicio de las celebraciones de Semana Santa en la catedral, que se podrán seguir desde casa por internet o televisión y contarán con lenguaje de signos
| R. Pinedo
(Alfa y Omega).- «El Señor está a nuestro lado, ha entrado en Madrid y nos abraza». Así lo ha asegurado el cardenal Carlos Osoro este Domingo de Ramos en una catedral de Santa María la Real de la Almudena físicamente vacía por las restricciones del coronavirus, pero en la que, según ha destacado, estaba presente «todo Madrid», tanto creyentes como no.
En este atípico inicio de la Semana Santa, ha incidido en que «estamos sin ramo» y no hay «esa alegría que otros años teníamos aquí, en la plaza», cuando «íbamos en procesión con los niños», pero al mismo tiempo ha remarcado que «los ramos sois cada uno de vosotros»: los abuelos, el padre y la madre, los más jóvenes… «Cada uno de los que somos parte de esta archidiócesis vamos llevando nuestro ramo, nuestra existencia, en su pequeñez, pero con la grandeza de sabernos necesitados del Señor […] como la gente de Jerusalén», ha aseverado.
"Un Mesías que nos llena de paz, de amor, de entrega"
El arzobispo de Madrid ha asegurado que «el grito de los discípulos en la entrada de Jesús en Jerusalén –“¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”– es nuestro grito también hoy» porque «en esta situación dolorosa» necesitamos a «Alguien que nos acompañe, que esté junto a nosotros […], que nos aliente».
En este sentido, ha explicado que Jesús viene «a nosotros, a los enfermos, a los que padecen al coronavirus, a los que se encuentran en las UCI, a los que han perdido un ser querido…» y lo hace, como narra el Evangelio, en un borrico que «representa la mansedumbre, la paz» frente al caballo del poder y de la guerra. «Jesús es un Mesías que nos llena de paz, de amor, de entrega –ha abundado–. Su rostro no es el de Alguien poderoso y fuerte, sino el de Alguien manso, pacífico… Ante Él podemos preguntarnos: “¿Por qué caminos nos quieres conducir?”».
Jesús «rompe nuestros esquemas», según ha detallado, y con su pobreza «nos invita a vivir libres de toda ambición de poder, de toda ambición de tener, que es la que arruina este mundo». Como las personas que se agolpaban a su entrada en Jerusalén y se preguntaban «¿quién es este?», ha concluido el purpurado, «nosotros, hermanos, también hoy nos lo preguntamos: ¿quién es para mí Jesús?».
La Eucaristía, en la que han concelebrado los obispos auxiliares monseñor José Cobo, monseñor Santos Montoya y monseñor Jesús Vidal, marca el inicio de las celebraciones de Semana Santa en la catedral, que se podrán seguir desde casa por internet o televisión. Todas las celebraciones contarán con lenguaje de signos, gracias a las intérpretes.