El arzobispo de Santiago llama a "renovar la esperanza" en Pascua Francisco Prieto: "Que en el Apóstol todos nos sintamos llamados a ser testigos gozosos de la Resurrección"

“Nos vamos a la tierra misma de Jesús, allí donde fueron testigos de su muerte y resurrección. Pedimos paz para aquella tierra, pedimos paz para Ucrania, pedimos paz para tantas guerras en África”
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El arzobispo de Santiago de Compostela, Francisco José Prieto Fernández, presidió ayer la Misa Estacional del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor, con bendición apostólica e indulgencia plenaria, que se celebró en la Catedral de Santiago de Compostela, y donde proclamó con alegría el amor de Dios y el triunfo de la vida sobre la muerte en Cristo, exhortando a ser testigos del Resucitado.
Antes de comenzar la liturgia de la Palabra el arzobispo asperjó a los fieles con el agua que se bendijo durante la celebración de la Vigilia Pascual en la noche del Sábado Santo, y con el que se recuerda al Bautismo.
El arzobispo comenzó su mensaje destacando el significado especial de este día, llamándolo “Domingo entre los Domingos”, el día en que la Iglesia entera proclama la Resurrección del Señor. Así, recordó la importancia del sepulcro vacío como signo central de la fe cristiana y animó a los presentes a no buscar entre los muertos al que vive: “El sepulcro está vacío. Aquella losa de piedra que cubría la entrada está retirada. No busquemos allí donde no está. Cristo el Resucitado. Cristo vive. Cristo el Viviente”.
En este sentido, invitó a los fieles a reconocer la presencia de Jesús en sus vidas, más allá de lo tangible y visible, a través de la mirada de la fe: “Es la mirada del que va más allá de las apariencias y en esa mirada de fe reconoce al Señor resucitado, presente y vivo en medio de nosotros”.
“La cruz no nos puede dejar indiferentes”: el arzobispo invita a vivir el Viernes Santo como una llamada personal a la conversión https://t.co/4XGR3Qw8jy
— Diocese Santiago (@DioceseSantiago) April 19, 2025
Santiago Apóstol, testigo del Resucitado
Mons. Prieto afirmó que el Apóstol Santiago, como testigo privilegiado de la Resurrección, sigue siendo hoy una llamada para todos los que llegan a su tumba, pues en su figura encuentran el ejemplo de un discípulo fiel que entregó su vida por Cristo: “Que en el Apóstol todos nos sintamos llamados a ser testigos gozosos de la Resurrección”.
El compromiso con la vida y la dignidad humana
El arzobispo también resaltó que la Resurrección no es solo un acontecimiento celebrado con alegría, sino un mensaje que debe traducirse en acciones concretas. “La vida que nos ha sido dado, es don y tarea…”, afirmó, haciendo una llamada a valorar, cuidar y proteger toda existencia humana.

En este sentido, condenó cualquier forma de violencia y muerte que atente contra la dignidad de las personas, exhortando a los cristianos a ser testigos comprometidos con la justicia y el respeto por cada vida: “Si somos hijos del Dios de la vida que resucitó a Jesús de entre los muertos, tenemos que ser entonces esos testigos llenos de vida, cuidando la vida”. También recordó la importancia de ser voces activas frente a las injusticias, asegurando que la fe en el Resucitado no permite el silencio ante el sufrimiento ajeno.
Una oración por la paz en el mundo
En un contexto internacional marcado por conflictos y guerras, el arzobispo dedicó una parte de su mensaje de Pascua a pedir por la paz en diversas regiones afectadas por la violencia. “Nos vamos a la tierra misma de Jesús, allí donde fueron testigos de su muerte y resurrección. Pedimos paz para aquella tierra, pedimos paz para Ucrania, pedimos paz para tantas guerras en África”, mencionó, instando a los presentes a no olvidar a los que sufren y a llevarlos en sus oraciones.
Mons. Prieto subrayó que la Pascua es también un tiempo para renovar la esperanza, una esperanza que debe ser contagiosa y compartida. “Volvamos nuestra mirada a nuestro alrededor y comuniquemos, celebremos, contagiemos la esperanza que es Cristo resucitado”, afirmó, alentando a los fieles a ser signos vivos de la Resurrección en sus familias y comunidades.
Testigos del Resucitado
El arzobispo invitó a los peregrinos y presentes en la Catedral a regresar a sus hogares llevando consigo el mensaje de Pascua: “Llevad lo que aquí habéis recibido: a Cristo, camino, verdad y vida”, dijo, subrayando que la experiencia de la peregrinación no culmina en la llegada a Santiago, sino que continúa en la vida cotidiana de cada creyente.
Finalizó su homilía con una exhortación llena de júbilo: “Cristo ha resucitado. Que esa sea nuestra alegría. Feliz Pascua de Resurrección a todos”.