"Es un regalo pasar estas circunstancias de confinamiento con toda esta compañía" Javier Garay: "Nuestra casa es expresión de una comunidad cristiana que quiere ser acogedora"
Es cura en las parroquias de San Martín y San Nicolás de Algorta. Vive en la casa parroquial de San Nicolás donde actualmente están acogidas 24 personas
Además de la acogida, lleva a cabo otras actividades como llamar a las personas que viven solas, con grupos de voluntarios que recogen y hacen repartos de comida, colaboran con Cáritas y otras obras de solidaridad
"Hay mucha gente en la parroquia que colabora durante el año con este proyecto y que en este confinamiento también está cerca de nosotros. Nos escribe, nos manda donativos, nos traen pedidos de comida... la comunidad está volcada"
Se muestra orgulloso de mucha gente de la parroquia "que colabora durante el año con este proyecto y que en este confinamiento también está cerca de nosotros"
"Hay mucha gente en la parroquia que colabora durante el año con este proyecto y que en este confinamiento también está cerca de nosotros. Nos escribe, nos manda donativos, nos traen pedidos de comida... la comunidad está volcada"
Se muestra orgulloso de mucha gente de la parroquia "que colabora durante el año con este proyecto y que en este confinamiento también está cerca de nosotros"
| Diócesis de Bilbao
(Diócesis de Bilbao).- Javier Garay es cura en las parroquias de San Martín y San Nicolás de Algorta. Vive en la casa parroquial de San Nicolás donde actualmente están acogidas 24 personas. Una familia de Venezuela, dos madres solteras y unos jóvenes migrantes. La parroquia lleva años colaborando con la Fundación Harribide en la acogida de personas migrantes y necesitadas. Ahora, en este tiempo de confinamiento, la necesidad se ha acuciado y la familia ha aumentado. Varios de los jóvenes estaban en otros albergues o en la calle. Han adaptado los locales para poder pasar esta temporada. Así lo cuenta el propio cura diocesano:
¿Cómo os estáis arreglando?
Hemos adaptado los locales de la parroquia para poder pasar el confinamiento. En una sala hemos puesto un espacio para hacer ejercicio, en otra unos ordenadores, una televisión, mesas para jugar... de manera que puedan dar servicio a todas las personas que están acogidas y que, sobre todo, nos interesa que puedan aprovechar este tiempo lo mejor posible.
¿Las personas de la parroquia se están implicando también?
Hay mucha gente en la parroquia que colabora durante el año con este proyecto y que en este confinamiento también está cerca de nosotros. Nos escribe, nos manda donativos, nos traen pedidos de comida... la comunidad está volcada, aunque algunos no puedan estar aquí físicamente en el proyecto y la acogida.
¿Qué otras actividades lleváis a cabo en San Martín y San Nicolás?
Hay otras actividades en la parroquia. Procuro llamar a muchas personas que viven solas y que agradecen la llamada del cura. Seguimos trabajando con algunos grupos on line, preparando materiales... Seguimos también con el grupo de voluntarios haciendo la recogida y el reparto de alimentos. Hay muchas familias que están pasando una situación muy difícil y por eso colaboramos con Cáritas, Sortarazi, Fundación Harribide. Nos toca acompañar en el entierro con la oración a familias que han perdido a sus seres queridos en esta situación tan difícil...
¿Cómo habéis celebrado la Semana Santa?
La Semana Santa ha sido especial porque la hemos celebrado también de una manera especial con la familia de Venezuela que vive en nuestra casa. Hemos celebrado el Triduo Pascual con mucha gente on line. Para mí ha sido un regalo pasar estas circunstancias de confinamiento con toda esta compañía que es expresión de una comunidad cristiana que quiere ser acogedora.
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