Este sábado, Salvador Illa tomará posesión como nuevo president de la Generalitat. Un acontecimiento que ha sido saludado con alegría, aunque moderada, en amplios sectores de la Iglesia catalana, que todavía recuerdan como la institución no fue precisamente un ejemplo de comunión durante los acontecimientos que acabaron con la fallida declaración de independencia, y la posterior (y polémica) aplicación del artículo 155 de la Constitución, hace ahora siete años.
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De hecho, la Conferencia Episcopal Tarraconense no tiene previsto hacer ninguna declaración conjunta, según han confirmado a RD fuentes oficiales. Oficialmente, ningún obispo se ha pronunciado a través de sus redes sociales o en comunicados de sus diócesis. Fuentes eclesiales nos confirman la intención de un "perfil bajo", aunque el cardenal Omella y otros prelados ya se habrían puesto en contacto con Illa para felicitarle por su designación.
Quien sí se ha manifestado, a preguntas de RD, ha sido el arzobispo de Tarragona y primado, Joan Planellas. "Personalmente pienso que en el nombramiento de Salvador Illa ha habido un ejercicio de normalidad democrática", señala Planellas, quien espera que la presidencia del líder del PSC "favorezca el buen entendimiento de las diversas sensibilidades". "Desde la Iglesia así lo esperamos para el bien general", finaliza Planellas.
