El obispo de Girona pide "confiar" y "evitar especulaciones" sobre la salud del Papa Octavi Vilà: "La Iglesia, y también el Opus Dei, deben trabajar aspectos como el abuso de poder"

Así titulaba en su edición de hoy el diario ARA, una entrevista con el obispo de Girona, Octavi Vilà. El prelado, anterior abad de Poblet, se 'desnuda' en la conversación, en la que aborda cuestiones relativas al procés, los abusos a menores, la inmigración, las elecciones en Alemania, la escasez de vocaciones o la salud del Papa. En este punto, el prelado pide "evitar especulaciones", esperar y "confiar".
En lo tocante a la pederastia clerical, y preguntado por el documental 'Minuto heroico: yo dejé el Opus Dei', Vilà admite que "no he visto el documental", pero sí recalca que el de los abusos "es un tema que preocupa a todo el mundo", y que él ya tuvo ocasión de abordarlo como abad de Poblet, "no sólo en el aspecto sexual, sino sobre todo en el caso de abusos de poder o de conciencia".
Octavi Vilà, bisbe de Girona: "L'Església, i també l'Opus Dei, ha de treballar aspectes com l'abús de poder"https://t.co/Bqnbw3LPxr
— diariARA (@diariARA) February 27, 2025
"Las maneras de entender estos temas han cambiado mucho en los últimos años, y lo que hace unos años era 'normal', hoy en día no se considera como tal", reconoce el prelado, destacando la libertad de comunicaciones. "La Iglesia todavía tiene que trabajar mucho en conceptos como el abuso de poder y de concepción de la obediencia porque los parámetros sociales han cambiado y se tiene que mirar todo desde otra perspectiva". "No he visto el reportaje en concreto, pero también dentro de esta circunstancia concreta el Opus Dei tiene que trabajar en este aspecto, evidentemente", señala.
Al tiempo, revela que, durante el tiempo que lleva como obispo ha concluido formalmente dos causas de acusaciones de abusos en los que el victimario había fallecido. "(El proceso) termina con una entrevista con el obispo pidiendo perdón a la persona que había sido víctima de estos abusos", apunta Vilà. "Es una experiencia fuerte, que me ha marcado bastante", reconoce.
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