| Jesús Bastante EFE
El obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, no se pondrá la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, después de que se descubriera que había sido vacunado irregularmente en la Casa Sacerdotal de Alicante, donde no reside.
Su caso, que está siendo investigado por la Consellería de Salud de la Generalitat valenciana, se suma a los de Sebastiá Taltavull (Mallorca) y Bernardo Álvarez (Tenerife), magistralmente definidos como 'vacunajetas' por Alejandro Fernández Barrajón.
En concreto, el prelado alicantino "se pone en manos de la Sanidad Pública para completar su vacunación cuando, donde y como determine la autoridad sanidad", según un escrito del vicario general del Obispado, Vicente Martínez Martínez.
En una nota, la diócesis subraya que Murgui ha tomado esta decisión "ante la repercusión mediática" provocada por su polémica primera dosis. No obstante, el Obispado recalca que el prelado "ha recibido la primera dosis de la vacuna en la Casa Sacerdotal sin buscar ningún trato de favor, siguiendo la dinámica de las demás campañas de vacunación, debido a su vinculación sanitaria con la Casa Sacerdotal".
"No obstante, debido a la repercusión mediática causada por la interpretación de este hecho, y por el bien espiritual de todos los fieles de la Diócesis de Orihuela-Alicante", Jesús Murgui "renuncia a recibir la segunda dosis de la vacuna en el mismo centro en el que recibió la primera, es decir, la Casa Sacerdotal".