A las 20 horas, con la campana 'El Manuel' El toque de queda suena desde el campanario de la Catedral de Valencia, siguiendo una tradición medieval recuperada hace tres décadas
El denominado toque de queda o de "tancament de muralles" (cierre de murallas) era una tradición medieval que se conocía como 'El seny del lladre' ya que las campanas grandes se llamaban entonces 'els senys'
Durante la pandemia, los Campaners de la Catedral siguen acompañando con campanas las celebraciones litúrgicas de la Seo, aunque de una manera más sobria ya quelas restricciones han limitado la interpretación
Por este motivo, los toques de la fiesta anual del Santo Cáliz, este próximo jueves 29 de octubre, se interpretarán únicamente por cuatro de las campanas mayores, pulsadas por seis personas
Por este motivo, los toques de la fiesta anual del Santo Cáliz, este próximo jueves 29 de octubre, se interpretarán únicamente por cuatro de las campanas mayores, pulsadas por seis personas
| Archivalencia
Los campaneros de la Catedral de Valencia realizan cada tarde, desde la torre campanario del Micalet, el denominado toque de queda o de “tancament de muralles” (cierre de murallas), una tradición medieval que fue recuperada en 1988 con la restauración de las campanas de la Seo y del toque manual.
Este toque “no es manual ya, sin embargo, porque se realiza mediante mecanismos de aire comprimido que imitan la acción de los campaneros y se hace con la campana llamada ´El Manuel` entre el toque de oración o ángelus de la tarde y el de ánimas, es decir, desde las 20 hasta las 20:30 horas en invierno, y una hora más tarde en verano”, ha explicado Francesc Llop, presidente de la asociación Campaners de la Catedral de València.
En la Edad Media, el toque de queda con las campanas “se conocía como ´El seny del lladre` ya que las cinco campanas grandes -´El Manuel` entre ellas- se llamaban, en esa época, ´els senys`, y también porque el toque era una señal, un aviso”, ha precisado.
Este aviso “consta de toques primero lentos y luego acelerados y en la actualidad apenas se puede escuchar en el centro histórico de la ciudad”, según Llop, que ha añadido que “el cierre de las murallas se hacía de forma coordinada por este toque y los que no llegaban a tiempo se quedaban ´a la luna de Valencia`, pues solamente una de las doce puertas de la ciudad quedaba abierta, y sólo se podía pasar mediante el pago de peaje”.
Además, en la sociedad tradicional “el toque de queda nocturno no tenía una connotación negativa sino más bien práctica: las campanas recalcaban que había venido la noche y en una ciudad sin luz en las calles era prácticamente imposible ir de un sitio a otro ya que la ciudad estaba completamente oscura”.
Limitación de toques de campanas
Durante la pandemia, los Campaners de la Catedral siguen acompañando con campanas las celebraciones litúrgicas de la Seo “aunque de una manera más sobria ya que se ha limitado la interpretación de toques a seis campaneros por las nuevas restricciones por la Covid-19”, ha explicado Llop.
Por este motivo, los toques de la fiesta anual del Santo Cáliz, este próximo jueves 29 de octubre, se interpretarán únicamente por cuatro de las campanas mayores, pulsadas por seis personas, tal como se hizo ayer, domingo, en la apertura del Año Jubilar Eucarístico del Santo Cáliz y tal como se hará en las siguientes festividades hasta que cese la pandemia.
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