"Nos vemos pronto! Os envío un afectuoso saludo. Unidos en la oración" Saludo del nuevo obispo: "Comienzo este ministerio con ilusión, agradecido al Papa Francisco por su confianza"
"No podía por menos que dirigirme a todos vosotros, para mostrar mi total disponibilidad para unirme a la gozosa tarea evangelizadora de esta Iglesia que peregrina en La Rioja"
"¡Pedimos 'al dueño de la mies que envíe trabajadores a su mies' para el florecimiento de la vida cristiana en toda su variedad!"
"Me uno a este proyecto de sintonía eclesial con la realidad de nuestro país y con la Iglesia universal, que se quiere particularizar en nuestra Diócesis"
"Comienzo este ministerio con ilusión, agradecido al Papa Francisco por su confianza, y fiado en la providencia de Dios, con el deseo de estar muy cerca de la vida de la gente"
"Me uno a este proyecto de sintonía eclesial con la realidad de nuestro país y con la Iglesia universal, que se quiere particularizar en nuestra Diócesis"
"Comienzo este ministerio con ilusión, agradecido al Papa Francisco por su confianza, y fiado en la providencia de Dios, con el deseo de estar muy cerca de la vida de la gente"
| Santos Montoya Torres
Carta al Pueblo de Dios que peregrina en La Rioja
Queridos diocesanos de La Rioja:
Al hacerse público mi nombramiento como Obispo de esta ya querida Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, no podía por menos que dirigirme a todos vosotros, para mostrar mi total disponibilidad para unirme a la gozosa tarea evangelizadora de esta Iglesia que peregrina en La Rioja. Os deseo a todos Paz y Bien.
No descubro nada nuevo si os digo que en la Iglesia nadie empieza de cero. Siempre nos precede la gracia, muchas veces en la persona y obra de los demás, como le recuerda el Señor al pueblo de Israel al llegar a la tierra prometida: “pozos ya excavados que tú no has excavado, viñas y olivares que tú no has plantado” (Dt 6, 11).
Mi profundo agradecimiento, por tanto, a todos los que a lo largo de la historia de la Diócesis, han contribuido con su entrega, espiritual, humana y material, para que el evangelio llegue a nuestros días, y se pueda ofrecer como el buen vino (¡y aquí ya creo que lo hay!), igual que en las bodas de Caná, para que continúe la fiesta de la salvación.
Un saludo fraterno a cada uno de los sacerdotes, diáconos, y seminaristas; a los miembros de la vida consagrada, masculina y femenina, a las familias, verdaderas Iglesias domésticas, en este Año Amoris laetitia dedicado a ellas, y a todos los demás laicos, que contribuyen a transformar las realidades de este mundo. ¡Pedimos “al dueño de la mies que envíe trabajadores a su mies” para el florecimiento de la vida cristiana en toda su variedad!
Un recuerdo igualmente agradecido a mis predecesores y a los que habéis cuidado con tanto esmero de la Diócesis, especialmente en esta última etapa, a D. Vicente Robredo García, Administrador Diocesano y al equipo que ha colaborado con él en las tareas de gobierno. Dios os lo pague.
Quien se asoma a las orientaciones pastorales que habéis trazado para este curso, bajo el título, “Mirad cómo se aman”, puede comprobar el deseo de testimoniar la fe en los distintos ámbitos de la vida. Resuena claramente el eco del pasado congreso nacional de laicos, “Hacia una Iglesia en salida”, con sus diferentes líneas de acción y la contribución a la reflexión que el Papa Francisco nos ha propuesto: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Me uno a este proyecto de sintonía eclesial con la realidad de nuestro país y con la Iglesia universal, que se quiere particularizar en nuestra Diócesis.
Quisiera recordar ahora de un modo más pormenorizado a toda la población de La Rioja: hombres y mujeres, mayores, menores, jóvenes, personas necesitadas, enfermas, a tantos afectados por la pandemia, personas impedidas, privadas de libertad, migrantes, creyentes (también los de otras tradiciones) y no creyentes. La mano tendida a todos con el deseo de colaborar juntos en el bien común, en la defensa de la dignidad de la persona, y en su desarrollo integral.
La misma intención hacia las distintas administraciones públicas y demás instituciones, con el ánimo de crear un clima de diálogo, de auténtica convivencia, en paz y en libertad, con el trato de respeto que ha de caracterizar a una sociedad plural como la nuestra.
Comienzo este ministerio con ilusión, agradecido al Papa Francisco por su confianza, y fiado en la providencia de Dios, con el deseo de estar muy cerca de la vida de la gente.
Pongo mi persona, así como el trabajo evangelizador de todos nosotros, bajo la protección de S. Emeterio y S. Celedonio, y Sto. Domingo de la Calzada y bajo la solicitud maternal de la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.
¡Nos vemos pronto!
Os envío un afectuoso saludo. Unidos en la oración,
+Santos Montoya Torres