Bajo la advocación mariana de «Sede de la Sabiduría», esta nueva capilla manifiesta el compromiso de la universidad con el crecimiento espiritual y de fe de la comunidad universitaria. Por eso, no solo es templo; también un centro de formación en la fe en una planta inferior con salas de conferencias y catequesis con distintos aforos, y despachos para, por ejemplo, hablar con los sacerdotes.
«Nos sentimos hoy aquí como Nicodemo, perdidos, y por ello acudimos a Dios en medio de la noche para que nos ponga delante lo verdaderamente importante: responder a la vocación de Diosnacer de nuevo», ha explicado el cardenal. Por eso, en la universidad, «cuando aprendemos a vivir en las claves del Evangelio, pero no individualmente, sino al lado de los hermanos, de los más frágiles y vulnerables, celebramos la sabiduría de Dios».
Presencia de Dios en la vida de la Iglesia
Esta capilla, ha dicho, «se convierte en signo de la presencia de Dios en la vida de la Iglesia. La sabiduría es un don, es un regalo que nos recuerda que Dios siempre está donde se busca la verdad y donde se encuentra la fe». El cardenal ha recordado las palabras de Juan Pablo II al expresar que «esta capilla es un lugar del espíritu, en el que los creyentes en Cristo, que participan de diferentes modos en el estudio académico, pueden detenerse para rezar y encontrar alimento y orientación. Es un gimnasio de virtudes cristianas, en el que la vida recibida en el bautismo crece y se desarrolla sistemáticamente. Es una casa acogedora y abierta para todos los que, escuchando la voz del Maestro en su interior, se convierten en buscadores de la verdad y sirven a los hombres mediante su dedicación diaria a un saber que no se limita a objetivos estrechos y pragmáticos». En definitiva, ha concluido, «este es el misterio que esta Casa recoge. Una Casa de encuentro en el que todos los que entran y la componen ponen al servicio de la realidad sus dones».
El impulso del proyecto
La capilla es obra de los arquitectos Emilio Delgado y Felipe Samarán, profesores del Grado en Arquitectura de la UFV, del estudio HAGO y profesores del Grado en Arquitectura de la UFV, y la constructora Cabbsa.
Dos textos bíblicos impulsaron el proyecto: el capítulo 9 de la carta a los hebreos, en la que se habla de la tienda de los fieles y la tienda de Dios en medio de los hombres; y Proverbios 9, que se refiere a las siete columnas de la sabiduría. Así, la tienda de los hombres es el espacio más amplio y blanco, que cubre el espacio de la asamblea y el coro, y la tienda de Dios es la más alta y dorada, que sobresale en forma de peineta y se corresponde con el presbiterio, en referencia a la presencia física de Dios en la historia a través de Jesucristo. Las columnas son los contrafuertes que nacen, por fuera, de la cubierta del templo.
Colaboración de alumnos y profesores del Grado de Bellas Artes
El ábside de la capilla está recubierto de pan de oro según un diseño del artista Alberto Guerrero con la colaboración de alumnos y profesores del Grado de Bellas Artes. El altar, el ambón y la sede son de mármol blanco de la localidad de Macael (Almería). El sagrario se aloja en la tienda dorada de Dios y es de doble cara, sirviendo para el templo y la capilla del Santísimo. La capilla cuenta ya con un vía crucis interior en bronce y una Virgen embarazada, obra de Javier Viver, a la espera de la definitiva, que será una Virgen atendiendo a un joven niño Jesús escribiendo en un cuaderno sobre su regazo, como primera formadora.
En el futuro habrá bajo el altar un relicario con las reliquias de san Pedro Poveda, sacerdote y educador, un laico de 14 años muerto en la guerra cristera en México y siete religiosas salesas, todos ellos mártires por odio a la fe.
👉 Cardenal D. José Cobo, arzobispo de la @archimadrid:
— Francisco de Vitoria (@ufvmadrid) April 9, 2024
"Esta universidad busca la sabiduría y la verdad, pero no hay sabiduría ni verdad posibles sin recibir el alma que emana de una realidad como la que estamos consagrando". pic.twitter.com/oDcyWqWnKI